El Gobierno de Brasil anunció este lunes que liberó 6,5 millones de reales (1,2 millones de dólares) para un conjunto de municipios que acogerán a migrantes venezolanos que han huido de la crisis social, económica y política que vive su país.
Los recursos servirán para financiar acciones de asistencia social para “inmigrantes y refugiados” de la nación caribeña, en el marco de una operación humanitaria que impulsan las autoridades brasileñas desde 2018, según fue publicado en el Diario Oficial.
El Ministerio de Ciudadanía de Brasil alegó que en virtud de la “situación de vulnerabilidad derivada del flujo migratorio hacia el estado de Roraima (norte) provocado por la crisis humanitaria” en Venezuela, es necesario continuar con “medidas de atención de emergencia” para los ciudadanos de ese país.
Asimismo, argumentó que la situación se ha agravado con la pandemia de coronavirus, que, según datos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, ya deja en Venezuela unos 285.000 positivos y 3.400 fallecidos.
No obstante, Brasil, cuyo gobernante, el ultraderechista Jair Bolsonaro, niega la gravedad de la covid-19, presenta peores cifras al contabilizar 19 millones de contagios y cerca de 535.000 fallecimientos asociados a la enfermedad, aunque su población es mucho mayor.
El dinero liberado por el Gobierno brasileño se distribuirá entre 16 municipios brasileños y servirá para atender al menos durante los próximos seis meses a los migrantes venezolanos que llegarán a esas localidades.
De esta forma, las autoridades brasileñas intentan disminuir la presión migratoria en el empobrecida estado de Roraima, principal puerta de entrada de los venezolanos que huyen de su país y deciden rehacer sus vidas en el gigante latinoamericano.
Ello se produce en el marco de la llamada “Operación Acogida”, en la que también participan organismos internacionales y que tiene como misión, desde abril de 2018, recibir y dar asistencia en Brasil a migrantes venezolanos.
Desde entonces más de 50.000 migrantes de la nación caribeña, según datos oficiales, han sido ‘interiorizados’ y acogidos en más de 670 municipios brasileños, aunque muchos de ellos siguen en condiciones bastante precarias.
EFE