EL PANFLETO yacía regado en el piso de la plaza Miranda de Barquisimeto (hoy plaza Bolívar). A pesar que la hoja suelta llamaba la atención, no era mucho el que lo tomaba para leerlo, pues la mayoría de la población común no sabía leer y escribir.
El llamativo papel lanzado tenía el propósito de informar acerca de las últimas acciones militares emprendidas en contra de los revoltosos: era el Diario de Campaña, un pasquín escrito por un oficial de artillería del Ejército Expedicionario, el cual describía la confiscación de un valiosísimo “instrumento de propaganda”.
Tras el triunfo de las fuerzas restauradoras afectas a Cipriano Castro contra los alzados nacionalistas de Manuel ‘el Mocho’ Hernández, que luego de un pacto circunstancial con El Cabito, llegaron a controlar el sitio de Barquisimeto, le fue decomisada una imprenta al general Carlos Liscano, partidario de ‘el Mocho’ Hernández.
A tal efecto, el general Jacinto Fabricio Lara, Jefe Civil y Militar de la reconquistada Barquisimeto, en campaña en los distritos del norte, desde el 8 de febrero, ordenó por medio de Decreto del 30 de diciembre de 1900, «la devolución de la imprenta a su propietario legítimo«.
La referida imprenta había sido puesta bajo custodia del Dr. Ramón Escovar Alvizu, y a él se dirige el general Lara a los fines de ejecutar la devolución.
Intensa actividad periodística
El primer periódico que apareció en Barquisimeto se llamó El Barquisimetano, editado por el licenciado Andrés Guillermo Alvizu. En 1891 circuló el primer periódico de edición diaria en Barquisimeto, denominado El Monitor, dirigido por Antonio Álamo, vocero que se mantuvo informando a los lugareños durante seis años.
“Este diario implementó avisos, pregón, entre otros novedosos detalles”, apunta Rafael Domingo Silva Uzcátegui, adicionando que funcionaba en una pequeña casa de bajareque con gran corral, que había en la esquina del terreno donde construyeron el Teatro Municipal (Teatro Juares).
Más tarde, en 1896, surgió otro diario: el Eco Industrial, el cual reseñó el acontecer de la ciudad sin interrupción, hasta finales de 1931. Este medio informativo fue fundado y dirigido por don Lorenzo Álvarez.
Nace el vocero más antiguo
El 1º de enero de 1904, don Federico Carmona junto a su esposa y hermano, inaugura la sede del diario EL?IMPULSO en Carora.
En 1919, este vocero, el más antiguo aún en circulación, se mudó a su moderna sede en Barquisimeto, un edificio de dos plantas, ubicado en la calle 25 entre 19 y 20, único en la zona.
La imprenta en Lara
La primera imprenta conocida en Barquisimeto, la introdujo Pablo María Unda en 1832. Fue situada en la casa de la señora Juana Salas de Peraza, casa anexa en donde pernoctó Simón Bolívar, en la calle del Libertador N.º 10, cuya primera impresión en este taller fue un aviso para ofrecer la nueva empresa, con fecha 7 de marzo de 1833.
Según las crónicas de Silva Uzcátegui: “Era una imprenta pequeña, con una prensa de construcción antigua de madera y hierro, y todavía en 1904, estaba en esta ciudad. Para esta época pertenecía a un español de nombre Ángel Peche. Fue llevada después a Guama y, posteriormente pasó a formar parte de la imprenta del estado Yaracuy”.
El historiador y cronista larense Romel Escalona, registra que, durante la última década del siglo XIX, entre los años 1884 y 1900, se intensificó la proliferación y circulación de periódicos en el hoy municipio Crespo del estado Lara, entre los que destacaron:
La Primera Piedra (El Eneal, 1884)
El Siete (Duaca, 1886)
El Eco del Norte (Duaca, 1892)
El Tiempo (Duaca, 1892)
El Centinela Liberal (Duaca,1893)
La Voz de Duaca (Duaca, 1895)
La Integridad (Duaca, 1896)
La Idea (Duaca, 1896)
El Escolar (Duaca, 1897)
La Integridad (2da época, Duaca, 1897)
La Unión Farmacéutica (Duaca, 1897)
El Estímulo (Duaca, 1898)
Clarín (Duaca, 1898)
El Patriota (Duaca, 1898)
El Cronista (Duaca, 1900)
El Heraldo (Duaca, 1900)
20 de Febrero (Duaca, 1900)
Para entonces, esa entidad era atravesada por la línea del Ferrocarril Bolívar, de capital inglés, que recibía la producción cafetalera para exportarla a través del puerto de Tucacas.
Cabudare tuvo su imprenta
La primera imprenta que se conoció en Cabudare, la introdujo el general Nicolás Patiño Sosa, al asumir la presidencia del estado, pues esta localidad era capital. Era una imprenta usada que perteneció al general Gumersindo Giménez, quien la vendió al Gobierno regional.
Se imprimió en esta prensa El Cóndor de Terepaima, primer medio de Cabudare, dirigido por el doctor Domingo Ortiz y el general Tomás Pérez.
Imprenta caroreña
Llegó a Carora la primera imprenta una tarde de septiembre de 1875, recibida con cohetes y vivas. “Procedía de Maracaibo… Contaba de una prensa de mano, cuya rama era de 35×24 centímetros. No era muy grande el surtido de tipos…” Fue establecida en la Calle del Sol.
Gil Fortoul, el primer periodista
En 1878 se introdujo la primera imprenta en El Tocuyo, comprada por Carlos Liscano en sociedad con José Gil Fortoul, destinada para el Club de Amigos, quienes imprimieron el primer periódico aparecido en dicha ciudad con el nombre de Aura Juvenil, “dirigido por los directores y redactores José Gil Fortoul y Lisandro Alvarado.
El presbítero Aguedo Felipe Alvarado, párroco de Quíbor, junto a otros ciudadanos, compraron una pequeña imprenta usada al general Ramón Escovar para imprimir el Eco de Quíbor en 1879.
A Siquisique la primera imprenta llegó en 1886 para editar El Eco de Urdaneta. La Imprenta Piar llegó a Duaca en julio de 1898, desde Curazao, adquirida por Enrique Lingstuyl y Fermín Manzanares, para editar en diciembre El Clarín.
Fuente: Ramón Querales. Aconteceres de la Aldea. Edición del Concejo Municipal de Iribarren 1998.
Romel Escalona. La circulación de la prensa en Duaca durante el siglo XIX. www.CorreodeLara.com