Estados Unidos designó el jueves al diplomático Daniel Foote como emisario para Haití, quien tendrá la tarea de “facilitar la paz y la estabilidad”, así como la celebración de elecciones “libres y justas” tras el asesinato del presidente Jovenel Moise.
Este exjefe adjunto de la embajada de Washington en Puerto Príncipe y antiguo embajador en Zambia, liderará “los esfuerzos del gobierno para apoyar al pueblo haitiano y a las instituciones democráticas” del país caribeño tras el magnicidio, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
Foote tendrá el cometido de “dialogar con los socios haitianos e internacionales para facilitar la paz y la estabilidad a largo plazo, así como apoyar los esfuerzos para celebrar elecciones presidenciales y legislativas libres y justas”, agregó el texto.
Moise fue asesinado por un comando el 7 de julio, sumiendo aún más en la crisis al atribulado Haití, ya desbordado por la violencia, pobreza y corrupción.
Ariel Henry, primer ministro designado por el mandatario poco antes de su muerte, asumió el cargo el martes con la promesa de restablecer el orden y convocar elecciones como exige la comunidad internacional.
Henry se impuso en un pulso interno para encabezar el gobierno haitiano, ante la presión de varios países, incluyendo Estados Unidos y Francia, así como de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la ONU.
Al menos dos estadounidenses de origen haitiano fueron detenidos por la policía del país caribeño, acusados de haber participado en el asesinato de Moise, al igual que un misterioso “médico” haitiano residente en Florida.
Estados Unidos es una de las principales potencias que probablemente ejercerá influencia sobre Haití, país que ocupó militarmente entre 1915 y 1934. No obstante, el presidente Joe Biden descartó cualquier envío de tropas, a pesar de una solicitud en ese sentido del gobierno haitiano, para colaborar en mantener el orden tras el magnicidio.
AFP