Todas las costas de los EEUU de enfrentan a crecientes inundaciones por marea alta.
La NASA dice que esto se debe a un “bamboleo” en la órbita de la luna que trabaja en conjunto con el aumento del nivel del mar impulsado por el cambio climático .
Por CBS
Traducción libre de lapatilla.com
El nuevo estudio de la NASA y la Universidad de Hawai, publicado recientemente en la revista Nature Climate Change , advierte que los próximos cambios en la órbita de la luna podrían provocar inundaciones récord en la Tierra en la próxima década.
A través del mapeo de los escenarios de aumento del nivel del mar, los umbrales de inundación y los ciclos astronómicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), los investigadores encontraron que las inundaciones en las ciudades costeras estadounidenses podrían ser varios múltiplos peores en la década de 2030, cuando se espera que comience la próxima “oscilación” de la luna . Esperan que las inundaciones dañen significativamente la infraestructura y desplacen a las comunidades .
Si bien el estudio destaca la grave situación que enfrentan las ciudades costeras, el bamboleo lunar es en realidad un fenómeno natural, informado por primera vez en 1728. La órbita de la luna es responsable de períodos de mareas más altas y más bajas aproximadamente cada 18,6 años, y no son peligrosos en por derecho propio.
“En la mitad del ciclo de 18,6 años de la Luna, las mareas diarias regulares de la Tierra se suprimen: las mareas altas son más bajas de lo normal y las mareas bajas son más altas de lo normal”, explica la NASA . “En la otra mitad del ciclo, las mareas se amplifican: las mareas altas aumentan y las mareas bajas disminuyen. El aumento global del nivel del mar empuja las mareas altas en una sola dirección: más altas. Por lo tanto, la mitad del ciclo lunar de 18,6 años contrarresta efecto del aumento del nivel del mar en las mareas altas, y la otra mitad aumenta el efecto “.
Pero esta vez, los científicos están más preocupados. Con el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, se espera que las próximas inundaciones de marea alta sean más intensas y más frecuentes que nunca, exacerbando las predicciones ya sombrías.
La NOAA informó más de 600 inundaciones de este tipo en 2019. Los científicos esperan de tres a cuatro veces esa cantidad a mediados de la década de 2030, después de que el aumento del nivel del mar tenga otra década para progresar.
Según el estudio, estas inundaciones superarán los umbrales de inundación en todo el país con más frecuencia y también pueden ocurrir en grupos que duran más de un mes, dependiendo de las posiciones de la luna, la Tierra y el sol. Durante ciertas alineaciones, las inundaciones pueden ocurrir con tanta frecuencia como todos los días o día por medio.
“Las áreas bajas cercanas al nivel del mar corren cada vez más riesgo y sufren debido al aumento de las inundaciones, y solo empeorarán”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. “La combinación de la atracción gravitacional de la Luna, el aumento del nivel del mar y el cambio climático continuará exacerbando las inundaciones costeras en nuestras costas y en todo el mundo”.
Se espera que casi todas las costas continentales de EEUU, Hawai y Guam se enfrenten a estos efectos. Ya se espera que el aumento del nivel del mar haga que cientos de miles de millas cuadradas de costa sean inhabitables y potencialmente desplace a más de 100 millones de personas en todo el mundo para fines de siglo.
Los investigadores esperan que sus hallazgos conduzcan a esfuerzos más dedicados para prevenir el mayor daño posible, tanto al medio ambiente como a los medios de vida de las personas, antes de que sea demasiado tarde. Si bien las inundaciones de marea alta no involucran una cantidad de agua tan grande como los huracanes, el peligro real radica en su frecuencia.
“Es el efecto acumulado a lo largo del tiempo lo que tendrá un impacto”, dijo el autor principal, Phil Thompson. “Si se inunda 10 o 15 veces al mes, una empresa no puede seguir funcionando con su estacionamiento bajo el agua. La gente pierde sus trabajos porque no pueden ir a trabajar. Los pozos negros se convierten en un problema de salud pública”.