Un funcionario de la CIA que participó en la búsqueda de Osama bin Laden fue elegido para dirigir un grupo de trabajo de la agencia que investiga la enfermedad conocida como “síndrome de La Habana” entre espías y diplomáticos estadounidenses, dijo el miércoles una fuente del gobierno.
Por: Infobae
El director de la CIA, William Burns, nombró a un espía encubierto de carrera, quien formó parte de la búsqueda del líder de Al Qaeda que terminó con su muerte por parte de las fuerzas estadounidenses en Pakistán en 2011, dijo la fuente. The Wall Street Journal informó primero sobre el nombramiento.
Decenas de diplomáticos estadounidenses y otros funcionarios, incluyendo integrantes de la CIA, fueron afectados por el “síndrome de La Habana”, llamado así porque fue reportado por primera vez por funcionarios asignados a la embajada de Estados Unidos en Cuba.
The Wall Street Journal dijo que un panel organizado por la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina informó en diciembre pasado que sospechaba de que algún tipo de rayos de “energía dirigida” podía haber causado la enfermedad, que incluye mareos, dolores de cabeza y náuseas.
El ex presidente Donald Trump acusó en 2017 al régimen de Cuba de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron entonces como “ataques acústicos” o “sónicos”, lo que sirvió como pretexto al entonces mandatario para romper con el deshielo diplomático con la isla.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en junio que se estaba llevando a cabo una revisión en todo el gobierno para determinar quién o qué causó los presuntos ataques de radiofrecuencia “dirigidos” a los diplomáticos.
Austria ha estado trabajando con las autoridades estadounidenses para investigar una serie de casos sospechosos entre los diplomáticos estadounidenses en Viena, dijo el sábado el Ministerio de Asuntos Exteriores austriaco.
Desde que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asumió el cargo en enero, cerca de dos docenas de agentes de inteligencia, diplomáticos y otros funcionarios en Viena han informado síntomas similares a los del síndrome de La Habana, lo que convirtió a la ciudad en el segundo mayor foco después de La Habana, informó el viernes la revista New Yorker.