Contar al mundo las protestas en Cuba del 11 de julio le generan emociones encontradas al periodista cubano Abraham Jiménez Enoa, originario de La Habana, a pesar de tener casi una década entregada al reporteo. Así lo reseñó Voz de América.
Jiménez dijo en conversación que todavía recuerda “estupefacto” cómo la población decidió salir a las calles pidiendo “libertad” y el fin de “la dictadura”. En su mente quedaron marcados como en un disco las imágenes de varias generaciones, desde ancianas con calderos (pailas) en sus manos hasta padres con sus hijos que pedían un cambio en la isla donde rige el socialismo hace más de 60 años.
“Cubrir esto me generó muchas sensaciones encontradas. Siempre se me eriza la piel al recordar a la gente gritando: ‘¡libertad, libertad, abajo la dictadura! ‘ y en ese sentido fue muy emocionante”, relata el reportero.
Pero también le impactó ver la violencia con la que fueron reprimidos los manifestantes. Jiménez Enoa logró documentar en la forma en que fueron reprimidos y arrestados desde niños hasta ancianos. Pudo incluso ver cómo las autoridades los acusaban de “traidores de la revolución” y de “vendepatrias”.
El periodista calcula en base a reportes de la misma población que unas 600 personas han sido detenidas hasta este 23 de julio, incluyendo varios periodistas.
“Fue un momento único de libertad, de los pocos que hemos tenido en seis décadas. Sin duda fue interesante, pero es agridulce porque vi golpiza, violencia. Fue un vaivén de emociones”.
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