Mujer israelí salvó la vida de un niño palestino con un trascendente gesto de paz

Mujer israelí salvó la vida de un niño palestino con un trascendente gesto de paz

Idit Harel Segal, con la carta que escribió al niño, en su casa en Eshhar, Israel, el 13 de julio de 2021.
Maya Alleruzzo / AP

 

 

 

Una mujer israelí, Idit Harel Segal eligió un inusual regalo de cumpleaños cuando iba a cumplir 50 años: donar su riñón a un desconocido, informa AP.

A esta maestra de educación infantil le inspiraron para dar este paso los recuerdos de su ya difunto abuelo, superviviente del Holocausto, quien le dijo que viviera una vida con sentido y según las tradiciones judías, para las cuales no hay deber más importante que salvar una vida.

La profesora acudió a un grupo que vinculaba a donantes y receptores, y comenzó un proceso de 9 meses para transferir su riñón. Su receptor resultó ser un niño de 3 años de la Franja de Gaza que sufría un defecto renal congénito y necesitaba permanentemente de diálisis. La cirugía se practicó en junio y el órgano fue trasplantado exitosamente.

Antes de la cirugía, Segal escribió una carta al niño en la que expresaba sus mejores deseos: “Espero que la cirugía sea exitosa y que tengas una vida larga, sana y significativa”.

Al principio la familia de Segal se opuso a sus deseos, ya que creían que arriesgaba su vida innecesariamente. El hecho de que la familia de Segal hubiera perdido 3 parientes en los enfrentamientos entre Israel y la Franja de Gaza complicó la situación; cuando la mujer supo la identidad de su receptor, no se lo dijo a nadie y lo ocultó durante meses porque la familia. “Me dije a mí misma, si la reacción a la donación es tan dura, el hecho de que el receptor sea un niño palestino hará que sea todavía más hostil”, relató la maestra.

Como Segal dijo en su entrevista para Times of Israel: “La persona que se oponía más fue mi padre, que tenía mucho miedo, como si fuera a morir. El tenía un pariente que murió de insuficiencia renal, eso podría ser lo que lo asustó”.

El caso del niño de Gaza era complicado. El hospital dijo al padre del menor que si donaba un riñón a un receptor israelí, el proceso se aceleraría. Por eso el padre del niño donó su riñón a una mujer israelí de 25 años, madre de 2 hijos. En Israel es una práctica común para aumentar el número de los donantes y motivarlos, aunque en otros países se rechazan las donaciones recíprocas porque se plantean dudas sobre hasta qué punto el donante se ha visto coaccionado.

Resultó que la acción de Idit Harel Segal no solo salvó la vida a un niño palestino, sino también a una mujer israelí y también ayudó a reestablecer vínculos entre las personas que viven en estos países beligerantes. Al final, la familia de Segal también empezó a entenderla mejor, justo antes de la cirugía su padre la llamó y le deseó buena suerte.

 

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