Novak Djokovic consideró este miércoles que la presión es un privilegio, en pleno debate después de que la decisión de la gimnasta estadounidense Simone Biles de retirarse de dos pruebas haya puesto en primer plano el impacto de la presión sobre la salud mental de los atletas.
Por: Infobae
El serbio, que sigue en su carrera para ser el primer jugador de tenis en ganar los cuatro Grand Slam y los Juegos Olímpicos el mismo año, habló después de su triunfo en dobles mixtos. “Obviamente no voy a decir que soy capaz de aislarme de todo el ruido mediático que existe en torno a mí y mis opciones de ganar en este evento olímpico. Lo veo, lo escucho, lo percibo y sé que está ahí, pero con el tiempo he aprendido a desarrollar mecanismos de gestión emocional que me permiten ver todo eso como algo positivo, y no como algo que puede destruirme. Siento que la presión es un privilegio y que sin ella no existiría el deporte profesional”, sostuvo.
En este sentido, aseguró: “Los que queremos estar en la cima debemos aprender a lidiar con eso, tanto dentro como fuera de la cancha”.
Estas declaraciones tienen lugar en el medio de los Juegos de Tokio justo cuando el mundo quedó conmocionado porque Simone Biles no participó de la final por equipos y el shock aumentó tras su decisión de no defender el título en la definición individual. En su aparición frente a los micrófonos después de su baja en el evento que consagró al Comité Olímpico Ruso sobre los Estados Unidos, la deportista de 24 años le dijo a los periodistas que arrastraba problemas con los twisties desde las prácticas. Su testimonio encajaba con esos errores inesperados que todo el mundo vio en sus actuaciones: giros a destiempo, caídas inestables y salidas sucias.
“Desde que entro a escena, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, admitió la atleta de 24 años hace apenas días tras abandonar una de las finales.
Cuando la cuatro veces campeona olímpica, estrella en Río 2016, habla de su salud mental, no solamente se refiere a una angustia o falta de motivación que le impide competir a tope. Su fragilidad mental también pone en riesgo su físico: si su cerebro no tiene control total de su cuerpo en el aire, puede resultar gravemente herida. “Lo vieron un poco en la práctica… Tuve algunos twisties”, dijo Biles a los periodistas durante el martes tras retirarse del evento por equipos según reflejó el medio oficial de los JJOO. “Me perdí un poco en el aire, lo que es muy desafortunado”, argumentó en conferencia de prensa.
Su caso no es el único de la elite mundial. Naomi Osaka, la joven tenista japonesa, se retiró del último Roland Garros para cuidar su salud mental: “Creo que lo mejor para el torneo, para otros jugadores y para mi bienestar es que me retire para que todo el mundo pueda centrarse de nuevo en el tenis que se está jugando en París”. La deportista había pedido no participar de las conferencias de prensa, porque según ella la afectaban, pero la organización no se lo permitió y la castigó con 15.000 dólares, por haberse ausentado.