La reina del judo y triple medallista olímpica, la cubana Idalys Ortiz sumó este viernes en los Juegos de Tokio una nueva presea de plata tras un reñido combate contra la japonesa Sone Akira.
La ganadora de las medallas de bronce en Pekín 2008, de oro en Londres 2012 y de plata en Río de Janeiro 2016 volvió a subirse al podio de la casa de las artes marciales, el Nippon Budokan, en segunda posición tras cometer tres faltas que la descalificaron en favor de su oponente.
La judoca cubana combatió con aplomo en sus cuartos Juegos Olímpicos en la modalidad de peso completo +78 kg, venciendo a sus rivales de Portugal y China, pero cayó por faltas ante la japonesa Sone Akira en un reñido combate que se alargó 26 intensos minutos.
La rival japonesa, campeona del mundo en 2019, se proclamó triunfadora de la jornada en su debut olímpico, aunque no logró inmovilizar ni derribar a la cubana sobre el tatami y el combate se alargó hasta que el número de faltas decidió quien se llevaba la medalla de oro.
De Sone Akira, de 21 años y diez menos que la cubana, Ortiz afirmó recientemente en entrevista con Efe que “viene surgiendo muy bien, tiene condiciones y perspectivas”.
EFE