Se espera que el Senado de Estados Unidos apruebe el martes un proyecto de ley de infraestructura bipartidista de 1 billón de dólares.
Por VOA
¿Cómo se distribuye?
El paquete incluye alrededor de 550.000 millones de dólares en nuevos gastos y pagaría las carreteras, los sistemas de agua y la mejora del acceso a Internet de banda ancha.
La votación del martes sigue a extensas negociaciones entre un grupo de demócratas y republicanos.
Hay quienes se oponen a la medida en ambos lados, incluidos los demócratas que dicen que no va lo suficientemente lejos para abordar las necesidades de la nación y los republicanos que se oponen al alcance y a la cantidad.
Pero en el Senado dividido equitativamente, donde los demócratas tienen la mayoría, se espera que el paquete cuente con el apoyo de más de dos tercios de los miembros.
La aprobación en el Senado enviaría la medida a la Cámara de Representantes, donde se espera que los legisladores la consideren en septiembre.
“Permítanme decir esto, ha tomado bastante tiempo, y ha habido desvíos y todo lo demás, pero esto hará mucho bien para Estados Unidos, y el Senado puede estar orgulloso de haber aprobado esto”, dijo el lunes el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer.
El senador republicano Rob Portman, quien participó en las negociaciones bipartidistas, calificó el paquete como “el más grande en la historia de nuestra nación”.
“Después de décadas de inacción, finalmente entregaremos la infraestructura segura, confiable y moderna que nuestra economía y nuestro país necesitan tan desesperadamente”, tuiteó Portman el lunes por la noche.
Schumer dijo el lunes que después de la votación sobre el proyecto de ley de infraestructura, el Senado centrará su atención en un plan de 10 años de 3.500 millones que incluye elementos como preescolar universal, colegio comunitario gratuito y dinero para viviendas asequibles y programas de energía limpia.
El paquete más amplio cuenta con el apoyo de los demócratas en el Senado, pero no de los republicanos.
Es probable que los demócratas sigan un proceso especial conocido como reconciliación presupuestaria. Eso permitiría que el proyecto de ley avance con solo una mayoría simple y no esté sujeto a un potencial obstruccionismo, una medida de los republicanos minoritarios para bloquear o retrasar una votación.
Una resolución presupuestaria permitiría a los demócratas aprobar leyes de gastos más adelante en el año, también por mayoría simple, para completar los detalles de los programas.
Se espera que el debate sobre el plan de 3.500 millones continúe durante varios meses.