El Ministerio español de Asuntos Exteriores anunció el viernes el inicio de la repatriación del personal de su embajada en Kabul, así como de los expatriados, ante el implacable avance de los talibanes hacia la capital.
El ministro José Manuel Albares habló del “inicio de la repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en el país, y a aquellos afganos y sus familias que han trabajado codo con codo nosotros”, en su comunicado.
“España está preparada para cualquier eventualidad, incluida la evacuación de la Embajada si fuera necesario”, añadió el máximo responsable de la diplomacia española.
Más allá del personal de la embajada, el viernes solo quedaban seis ciudadanos españoles en Afganistán.
Su Ministerio y los otros departamentos implicados “están trabajando para coordinar el traslado de los ciudadanos afganos que han colaborado con las misiones militares y proyectos de cooperación de España en Afganistán”, añadió.
Desde 2014, 55 traductores y sus familias obtuvieron el estatus de refugiados en España, según las cifras del Ministerio de Interior.
Una fuente del ministerio de Interior explicó que tramitarán “las solicitudes de protección internacional que puedan formular los intérpretes o colaboradores afganos y sus familias tras su llegada a España”.
Esta solicitud se concreta mediante una entrevista que “es estudiada por los instructores de la Oficina de Asilo y Refugio para valorar el posible reconocimiento del estatuto de refugiado”.
Fuentes del ministerio de Defensa confirmaron que “se está trabajando en la posibilidad de traer a los intérpretes y gente que trabajó con las tropas españolas”, sin precisar plazos.
Las fuerzas españolas se retiraron totalmente de Afganistán en mayo de 2021 después de casi 20 años, en una misión en la que perdieron a unos 100 efectivos.
Varios países como Estados Unidos, Reino Unido, Noruega, Dinamarca y Finlandia anunciaron en los últimos días la evacuación de su cuerpo diplomático y de sus ciudadanos en el país.
AFP