Ya se cuentan 14 diálogos y 32 elecciones, que han servido para profundizar el proceso de desestabilización y subversión en todos los órdenes, y que genera recursos, plata y legitimidad a los agentes de la usurpación. Han servido para atornillarlos y prorrogar la agonía de un pueblo. Los hechos son contundentes.
Esos sainetes proyectan una coreografía engañosa que si los observas con detenimiento descubres entreguismo y desvergüenza. Al participar en ellos le concedes legitimidad al usurpador y le quitas el reconocimiento al presidente interino. Esas coreografías sirven para entregar la lucha y conseguirle plata a muchos indolentes preocupados por enchufarse, no quieren quedarse por fuera de la repartición. Son acumuladores de errores y mentiras y carecen de arraigo y valores ciudadanos. Los crímenes de lesa humanidad no se negocian ni se transan. Sin soberanía nacional no hay condiciones para la soberanía popular.
Las relaciones entre el secuestrador y los sumisos “secuestrados” revelan la grave crisis de representación que atravesamos y la degradación de la política. Cada día trae más deserciones de los seguidores, frustraciones y decepciones en el patético elenco del fracaso. La política exige una posición ante la vida con arreglo a principios y valores éticos y la búsqueda de la verdad y el bien común. Reivindica la dignidad de una nación, el juicio libre y el pensamiento autónomo. Luchar hasta vencer. El ejemplo de Betancourt es aleccionador cuando descubrió desde un primer momento las miserias, mentiras y ruindades amalgamadas en el alma de Fidel Castro y se negó siempre a mantener relaciones con criminales. Churchill, el otro ejemplo, puso la idea en el aire y después salió a convencer. Gracias a ese radical el mundo no habla alemán.
No existe justicia en Venezuela y se equivocan los usurpadores al pretender que pueden maniobrar así a la justicia internacional. El valiente católico y demócrata Fernando Albán fue detenido arbitrariamente, torturado y asesinado. Se negó a levantar y suscribir falsos testimonios contra Julio Borges.
Somos partidarios de una negociación para acordar los términos de la salida del régimen usurpador. Y de presionar a la comunidad internacional para que le corten e interrumpan los vínculos de apoyo con los aliados criminales rusos, turcos, cubanos, chinos e iraníes. No cabe sino foco en la meta.
¡Libertad para Javier Tarazona. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados