Clasificar a los Juegos Olímpicos no es nada sencillo. Se necesita de muchos años de preparación entre competencias, entrenamientos, dietas y pare usted de contar. Además de amor por el deporte, una buena técnica y un buen entrenador, es necesario contar con financiamiento para sufragar todos los gastos que conlleva una preparación olímpica.
Daniel Morales & Brian Contreras // TAL CUAL
Pero, a falta de apoyo estatal, muchas veces son los propios atletas quienes deben generar ingresos económicos que los ayuden a lograr su boleto a la máxima justa deportiva del mundo, sin olvidar su preparación.
De hecho, según un trabajo presentado por la revista Forbes, para muchos atletas estadounidenses “perseguir la gloria olímpica no es una forma de ganarse la vida dignamente”, tomando en cuenta todo lo que deben hacer para conseguirla; una realidad que se repite en muchos otros países.
Venezuela no escapa a esa máxima. Con un mercado deprimido y donde los recursos son insuficientemente como para generar patrocinios privados, las empresas locales no disponen de rentabilidad económica para financiar la preparación de los atletas, como ocurrió en otros momentos. Por ello, los deportistas deben buscar otros destinos donde existan compañías dispuestas a apoyarlos en su lucha.
Por ejemplo, atletas como Daniel Dhers (RedBull) o Yulimar Rojas, quien es ficha del Fútbol Club Barcelona y patrocinada por por Nike, tuvieron su camino mucho más claro a la justa veraniega; mientras que deportistas como el clavadista Oscar Ariza -completamente desconocido en el país antes de Tokio 2020-, o Paola Pérez, deben esperar para poder contar con el apoyo del gobierno nacional, la federación, donaciones o realizar campañas GoFundMe con el fin de recolectar fondos para su participación.
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