El gobierno de Japón amplió este martes la emergencia sanitaria por el coronavirus a otras siete regiones para combatir un fuerte brote de contagios, a una semana del inicio de los Juegos Paralímpicos.
La medida de emergencia, que prohíbe la venta de alcohol en bares y restaurantes y les obliga a cerrar a las ocho de la noche, están en vigor en Tokio y otras cinco regiones, y tenían previsto terminar el 31 de agosto.
Pero el primer ministro, Yoshihide Suga, dijo que la medida se extienden a otras zonas, y que las restricciones en todo el país se mantendrían hasta el 12 de septiembre.
“Estamos observando un crecimiento sin precedentes de las infecciones que continúan en nuestro país. El número de pacientes con síntomas graves está aumentando”, dijo Suga en una reunión de ministros y funcionarios del gobierno.
“El gobierno formará un frente unido para superar esta crisis y tomará medidas exhaustivas para salvar la vida de las personas y mantenerlas a salvo”, agregó.
Además de las medidas que afectan a bares y restaurantes, el gobierno también pedirá a grandes centros comerciales y tiendas de departamento limitar el número de clientes que pueden ingresar.
En Japón la epidemia ha sido menor que en muchos otros países, con unas 15.400 muertes pese a no haber impuesto confinamientos.
Sin embargo, su programa de vacunación comenzó tarde y más lento que otros países desarrollados, y solo 37% de su población está vacunada.
En los últimos días, Japón reportó más de 20.000 casos diarios de covid-19, un récord para el país.
El brote comenzó antes de la apertura de los Juegos Olímpicos en julio y continuó a lo largo de las justas, que se realizaron en su mayoría sin público.
Los organizadores aseguraron este lunes que los Paralímpicos también se realizarían sin espectadores.
El gobierno ha dicho que no hay evidencia de que los Juegos hayan provocado el actual aumento de contagios, y encuestas recientes señalan que la mayoría de los japoneses considera que fue una buena idea celebrar las Olimpiadas.
AFP