Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo volvieron a atacar a la Iglesia por denunciar anomalías en el proceso electoral.
Por vozdeamerica.com
La Iglesia católica nicaragüense, que vive una nueva jornada de amenazas y ofensas en contra de sus líderes religiosos, respondió el jueves a los ataques del oficialismo, que los ha tildado de “falsos profetas” e incluso les ha advertido que podrían ir a prisión.
El cardenal Leopoldo Brenes, máximo jerarca de la Iglesia católica, dijo el miércoles que “siempre han criticado” el papel de los sacerdotes por sus posturas, pero enfatizó que “no están para complacer sentimientos de autoridades, ni los deseos de sus líderes”.
El pasado 14 de agosto, Daniel Ortega, que busca nuevamente su reelección junto a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, acusó a los líderes religiosos de aplaudir las protestas de 2018 y los llamó “hijos del demonio”.
Los ataques de la pareja gobernante se dieron cuatro días después que la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua emitió un mensaje pastoral que lamentaba la falta de condiciones para unas elecciones verdaderamente democráticas en Nicaragua.
“El pueblo nicaragüense, que tiene derecho a optar por diferentes opciones políticas, se encuentra impedido de expresar sus simpatías votando en las elecciones de noviembre para elegir a las máximas autoridades del país, porque los candidatos de la oposición han sido forzosamente excluidos de la contienda al privarlos de libertad y quitarles sus derechos ciudadanos”, dijo la Iglesia.