Las fuerzas sirias renovaron este miércoles los ataques contra opositores del barrio de Deraa al Balad, en el sur del país, en medio de un frágil acuerdo pactado entre el Ejército sirio y combatientes locales y tras la llegada de la primera tanda de desplazados al norte del país, informó una ONG.
Las fuerzas sirias lanzaron de nuevo morteros contra puntos de Deraa al Balad después de que ayer muriera una persona y otras tres resultaran heridas en otra acción militar similar, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG con sede en el Reino Unido y con una amplia red de colaboradores en el terreno.
Más refuerzos militares sirios han llegado a las afueras de Deraa, mientras se prepara para la salida de la siguiente tanda de combatientes locales, según la ONG, que no precisó más detalles.
La salida de combatientes locales hacia Idlib y Alepo, últimos bastiones opositores en el país, era una de las demandas del Ejército sirio para poner fin al asedio a la localidad.
Damasco asedió a finales de junio Deraa al Balad, uno de los dos principales distritos de la capital regional y bastión de la insurgencia siria hasta hace tres años con el objetivo de presionar a los antiguos rebeldes del Ejército Libre Sirio a entregar sus armas y permitir la creación de puestos de control de las fuerzas gubernamentales.
En la zona todavía residen unas 40.000 personas que carecen de servicios y suministros básicos en medio del asedio.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, advirtió ayer sobre un repunte de la violencia en varias zonas de Siria, especialmente en Deraa, lo que a su juicio muestra que el conflicto armado está “muy lejos” de llegar a su fin.
EFE.