A Jannina Poján Ruiz se le conoce como “La Coffee Teacher”. Tiene 12 años en el mundo del café venezolano, y empeñada en resaltar su magia, logró reunir los mejores cultivos de distintas regiones en el país, para completar el menú de un trabajo soñado en Caracas.
La Patilla
Desde hace 5 meses, Jannina está al frente de la gerencia de calidad de operaciones de Kaldi, una cafetería con un concepto novedoso, ubicada en Las Mercedes. Está dedicada a transmitir una experiencia distinta a sus visitantes. Cree en la necesidad de crear más espacios de esparcimiento para el venezolano y es por ello que decidió sumarse al proyecto.
Con granos de café, que se negocian directamente con los caficultores de Mérida, Táchira, Portuguesa, Trujillo y Barinas, la cafetería Kaldi reúne en su presentación un mix de distintas cafeterías del mundo. Le apuestan al talento venezolano, aunque siempre recordando esa combinación cultural que le ha caracterizado.
En Kaldi, además, se llenan de orgullo al hablar de su presentación en cápsulas, siendo pioneros en distribuir café venezolano bajo esta fórmula, que puede encontrarse en supermercados y bodegones. La producción igualmente llega desde las regiones del país con las que se mantienen vinculados.
En sus instalaciones, que cuenta con varios ambientes para sus visitantes, también ofrecen “El Tubazo” como atracción principal. Un tostador gigante que se encarga de procesar el grano verde y distribuirlo en envases fijados, impregnando el lugar con los distintos aromas y emoción.
Conectarse con la venezolanidad es su prioridad, y lo demuestran con la preparación de cada taza de café, con más de 20 métodos distintos de preparación. Así lo explica Jannina Poján, quien trabaja junto a su equipo para lograrlo, atentos a cada detalle, desde la iluminación hasta los artículos presentes en la tienda, que enmarcan la pasión por el café, desde cualquier cultura.