Después de 130 años, retiraron la polémica estatua de Robert E. Lee en la capital de Virginia

Después de 130 años, retiraron la polémica estatua de Robert E. Lee en la capital de Virginia

Las cuadrillas ahora están 1iendo la estatua de Lee en su cintura. Se retirará la parte superior y luego se cortará el caballo y sus patas del zócalo.

 

La polémica estatua del general Robert E. Lee fue retirada este miércoles de Richmond (Virginia), antigua capital de la Confederación, en medio del debate sobre la presencia de símbolos del pasado esclavista en espacios públicos en Estados Unidos.

Un grupo de trabajadores de la municipalidad auparon la estatua a primera hora con una grúa y la trasladaron fuera de su ubicación en el centro histórico de la ciudad, donde había estado desde hacía 131 años.

El gobernador de Virginia, el demócrata Ralph Northam, anunció en 2020 su intención de retirar la efigie de Lee pero varios desafíos legales postergaron su traslado hasta hoy.

“En los pasados 18 meses hemos visto un cambio histórico, desde la pandemia a las protestas por la justicia racial, que llevaron a la retirada de estos monumentos a una causa perdida”, dijo el gobernador, quien asistió a su traslado, en un comunicado.

“Es apropiado que reemplacemos la cápsula del viejo tiempo por uno nuevo que cuente esa historia”, agregó.

Varias estatuas del general Lee, quien lideró a las tropas confederadas, han sido retiradas en los últimos tiempos en varias ciudades del sur de EE.UU.

La más polémica, la de la ciudad Charlottesville (Virginia), que sirvió de inspiración para una violenta manifestación de supremacistas blancos en la murió una persona y más de una docena resultó herida en 2017.

El bando confederado, que perdió la guerra civil de Estados Unidos (1861-1865), estuvo formado por estados secesionistas del sur y favorables a la esclavitud, y muchos afroamericanos consideran ofensivos aquellos emblemas suyos que aún permanecen en el país.

En junio de 2020, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump (2017-2021), firmó un decreto que ordenaba perseguir “en la mayor medida posible” cualquier acto de vandalismo contra propiedades federales.

El decreto se adoptó en respuesta a la ola de protestas contra el racismo que sacudió a EE.UU. por la muerte, en mayo del año pasado, del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco, y que derivó en el derribo de numerosas estatuas.

Hace cuatro meses, el actual presidente de EE.UU., Joe Biden, revocó una serie de decretos de su antecesor, entre ellos el referido a la destrucción de estatuas confederadas. EFE

Exit mobile version