Salah Abdeslam, el único miembro con vida de los comandos que mataron a 130 personas en Francia en noviembre de 2015, interrumpió la segunda jornada del juicio de esta matanza para exculpar a tres de los acusados.
“Me ayudaron sin saber nada de nada” sobre los atentados del 13 de noviembre, aseguró desde el banquillo de los acusados Abdeslam. “Están en prisión y no han hecho nada”, agregó antes de que le cortaran el micrófono.
El principal acusado se refería a Mohammed Amri, Hamza Attou y Ali Oulkali, tres de sus allegados en Bruselas que le ayudaron durante su huida tras los atentados perpetrados en París y la vecina Saint-Denis.
El presidente del tribunal especial, Jean-Louis Périès, suspendió a continuación la audiencia del proceso, que también registró en su primera jornada intempestivas intervenciones de Abdeslam.
El miércoles, tras una pausa de alrededor de 30 minutos por la indisposición de uno de los acusados, tomó inesperadamente la palabra para denunciar que la justicia trata a los inculpados “como perros”.
Al inicio de la segunda jornada, el hombre de 31 años empezó de nuevo a interrumpir la audiencia consagrada a la constitución de las partes civiles, cuando se debatía si aceptar a las ciudades de París y Saint-Denis, entre otros.
“¿Las víctimas en Siria y en Irak podrán hablar?”, gritó Abdeslam, de pelo oscuro y jersey blanco a rayas. “En principio, se presume que uno es inocente antes de ser juzgado (…) aunque no avalo su justicia”, agregó.
“Nos desviamos del debate, señor Abdeslam”, le dijo el presidente del tribunal, a quien el acusado francomarroquí respondió: “No sea egoísta, señor, hay otras personas aquí que quieren escucharme”.
El magistrado Périès le recordó el hecho de que durante cinco años no quisiera dar explicaciones sobre lo ocurrido. “Ahora quiere hacerlo, está muy bien, pero no es el momento”, agregó antes de suspender la vista.
El juicio del ataque más sangriento en París desde la Segunda Guerra Mundial comenzó el miércoles y debe prolongarse hasta mayo. Un total de 20 personas son juzgadas, seis de ellas en rebeldía.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este ataque perpetrado en 2015 contra el Estadio de Francia, terrazas de bares en París y la sala de conciertos Bataclan.
En ese momento, una coalición internacional apoyaba la lucha contra los yihadistas del EI en Siria y en Irak y miles de sirios buscaban llegar a Europa huyendo de años de guerra en su país.
AFP