Este 14 de septiembre los habitantes de la ciudad musical de Venezuela celebran otro aniversario de su fundación, sumidos en innumerables problemas que atentan contra su calidad de vida. Lamentablemente no hay organismos públicos que ofrezcan soluciones rápidas y oportunas.
Por: Corresponsalía La Patilla
Los deplorables servicios básicos son el pan nuestro de cada día. Más de un millón de barquisimetanos padecen las consecuencias de la falta de inversión y mantenimiento de la infraestructura de la ciudad.
En este sentido, Daniel Antequera, diputado de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela, lamentó que actualmente Barquisimeto no muestra la cara de una ciudad pujante. Sin embargo, el barquisimetano que no se rinde y ese es el secreto mejor guardado de la capital de Lara.
“A lo largo y ancho de nuestra ciudad, vemos la precariedad con la que hoy vivimos, pero también a lo largo y ancho vemos a la gente que se esfuerza, que trabaja con lo que tiene para construir esperanza” afirmó Antequera. Destacó que el barquisimetano tiene una capacidad asombrosa de organización para darle una nueva cara a la ciudad y una nueva democracia para Venezuela como la que merecen todos los ciudadanos.
Añadió el legislador que hay muchas vicisitudes en toda la ciudad como, por ejemplo, el tema de transporte público que no termina de solucionarse al no haber un consenso entre transportistas y el ente que rige la materia. Muchos conductores son detenidos y matraqueados por algunos funcionarios, lo que afecta la prestación del servicio y son muchos los usuarios que recurren a caminar kilómetros para llegar a su destino.
El patrimonio histórico de Barquisimeto está en ruinas por la falta de atención y mantenimiento. Solamente basta con recorrer sus calles para apreciar la decadencia en que se encuentran las iglesias, el Edificio Nacional y las casas que conforman el casco histórico de Barquisimeto.
Las plazas, parques y jardines no escapan a la desidia gubernamental. Se observa la falta de inversión para su mantenimiento, cuidado y habilitación, lo que convierte estos lugares en espacios completamente desolados e inseguros para la gente.
También es evidente la falta de limpieza de alcantarillas y drenajes en la ciudad, lo que ha traído como consecuencia que muchas familias hayan sufrido pérdidas materiales cuando llueve. Angustia a los guaros el desbordamiento de las quebradas y canales también por la falta de mantenimiento.
La solución a estos problemas son competencia de la Alcaldía de Iribarren y la actual gestión chavista encabezada por Luis Jonás Reyes “brilla por su ausencia”.