En el norte de la entidad resuelven hasta con agua de lluvia las fallas en el servicio por tubería. Los habitantes protestan casi a diario por falta de agua potable. El colapso de los acueductos que no han sido adecuados al crecimiento poblacional, genera problemas en el suministro del servicio hasta por un mes en algunos sectores.
Por: Corresponsalía La Patilla
“Cuando falla el agua debemos resolver con agua de lluvia. La agarramos para lavar y hasta para bañarnos, nunca para cocinar”, dijo Brígida Hernández, habitante de Lechería, tras pasar 23 días sin recibir agua por tubería.
Aunque se podría pensar que la situación afecta solo a zonas no urbanizadas, sectores consolidados también padecen fallas constantes en el servicio.
Durante los últimos meses, las fallas han sido más frecuentes y por mayor tiempo. “Si llueve, no hay agua por turbidez; si no llueve, no hay agua por sequía; si se rompen tubos, tampoco hay agua”, asegura César Díaz, habitante de Tronconal, uno de los sectores con mayor densidad poblacional en el norte del estado.
Saboteo del régimen
“Hemos hecho propuestas, pero por orden de Miraflores no nos permiten participar en la recuperación de los acueductos”, se quejó el gobernador Antonio Barreto Sira, quien además dijo que aunque tienen proyectos, no les aprueban los recursos económicos.
Ante la grave situación, pusieron en marcha un programa de distribución de agua a través de cisternas, que aunque no resuelve el problema, contribuiría con el suministro de emergencia.
Este programa llamado “Agua para la Vida” ha tenido trabas, pues en algunas oportunidades los camiones utilizados para distribución de agua no son surtidos en los llenaderos municipales de Barcelona y Puerto La Cruz, ambas ciudades gobernadas por el chavismo.
Acueducto desfasado
El Canal de Caratal nació como un sistema de riego de captación de agua del río Neverí para los cultivos en San Diego y El Rincón. Debido al crecimiento poblacional se convirtió en la principal fuente del líquido para el acueducto del norte de Anzoátegui. Este sistema suministra agua a cerca de un millón de habitantes de los municipios Urbaneja (Lechería), Sotillo (Puerto La Cruz), Bolívar (Barcelona) y Guanta.
Representantes del Colegio de Ingenieros de Anzoátegui advirtieron que el canal estaba al borde del colapso, pues en la última década solo se ha hecho mantenimiento correctivo, el mantenimiento sería casi nulo y no habría nuevas captaciones.
“El Canal de Caratal produce tres mil litros de agua por segundo, y la demanda que existe es de trece mil litros por segundo, es decir, la cantidad de agua obtenida es insuficiente”, indicaron los especialistas.
El diputado a la Asamblea Nacional legítima, Carlos Andrés Michelangeli, asegura que se debe realizar una “nueva toma del río Neverí para que el canal mejore el servicio de distribución de agua en la zona”, sobre todo en Barcelona, la ciudad más afectada por las suspensiones.
Aguas contaminadas
Omar Aray, director de la Corporación de Salud Regional (Saludanz), informó que se está estudiando la calidad de las aguas ante “brotes de salmonelosis que se registran en el norte de Anzoátegui. Sospechamos que es por la potabilización del agua o la falta de la misma”.
Aunque no ha sido comprobada la causa, supuestamente el asentamiento de viviendas en los alrededores de Caratal genera focos de contaminación en el principal medio de obtención de agua para los anzoatiguenses. La población espera que se dejen de lado las diferencias políticas y se busque una solución al colapso del servicio de agua potable.
