La capital del estado Zulia atraviesa una severa crisis en el suministro de agua potable. Son pocos los sectores que reciben con periodicidad el líquido por tubería. La Hidrológica del Lago no repara las averías que se registran en decenas de zonas residenciales.
Por: Corresponsalía La Patilla
En el barrio La Pastora, ubicado en la parroquia Cecilio Acosta de Maracaibo, la realidad es irónica y cruel. En el sector pueden pasar hasta un mes sin recibir agua por tubería, pero desde hace tres meses hay un bote que emana líquido sin parar las 24 horas del día.
Los vecinos informaron que la irregularidad fue informada a Hidrolago y los funcionarios solo estuvieron 20 minutos, tomaron fotos y se marcharon.
Alrededor de 30 viviendas son afectadas por el bote de agua. Los vecinos de la zona cuentan que una tubería rota socavó la tierra debajo del asfalto, generando un enorme hueco de aproximadamente un metro de diámetro.
Esta situación pone en riesgo a los conductores y peatones de la zona, por lo que muchos optan no transitar por esa calle dado el alto riesgo de perder un caucho o cualquier otra parte del vehículo.
Los afectados de La Pastora temen que la poca vialidad buena que hay en la zona se deteriore por la corriente de agua que recorre más de cinco cuadras. “Yo me levanté un día y me sorprendí por el hueco que se había formado. La fuerza del agua levantó el asfalto y ahora eso está así”, afirmó Yorgen Morillo, un joven de 21 años de edad que vive justo al frente del bote.
Por su parte, Domingo Cárdenas, también afectado por este nuevo bote, comentó que las cuadrillas de Hidrolago y la gobernación del Zulia fueron a inspeccionar la zona. “Esa gente de Hidrolago lo que hace es pantallar. Hace semanas vinieron, se tomaron unas fotos como si estuviesen arreglando eso y se fueron. No estuvieron aquí ni 20 minutos, pero si les decimos que recogimos dólares, allí si resuelven”, contó Cárdenas.
Los habitantes de La Pastora en Maracaibo lamentan que el agua que brota de la tubería rota se desperdicie, mientras que otras áreas de la ciudad tienen meses e incluso años sin recibir el líquido por tuberías y deben gastar cientos de dólares comprándole agua a las cisternas.
A simple vista se puede evidenciar la cantidad de agua que a diario se desperdicia en una ciudad donde su escasez mantiene secas a cientos de comunidades, y aquellas donde en algún momento les llega agua, esta es fétida y de color marrón.