En una aeronave de la Fuerza Aérea Venezolana llegaron este jueves a la isla de Margarita los once tripulantes de la embarcación Don Rafa Junior, la cual naufragó el pasado domingo 19 de septiembre cerca de La Orchila, a pocas horas de haber zarpado desde el muelle pesquero de Chacachacare con rumbo a Los Roques. Las personas que viajaban como pasajeros y que también sobrevivieron residen en el Gran Roque.
Dexcy Guédez // Corresponsalía La Patilla
En la Base Aérea Táctica Avanzada Luisa Cáceres de Arismendi de la isla de Margarita fueron recibidos por familiares y amigos.
Cruz Penoth, uno de los tripulantes de la embarcación, relató que luego de la explosión del primer tanque del motor, todos se lanzaron al mar.
“Hicimos una balsa entre las 23 personas que estábamos y le dimos tres noches nadando unidos para llegar a tierra“, dijo.
El tripulante de la embarcación que zozobró cerca de La Orchila, explicó que todos los que estaban a bordo se organizaron, unos para tratar de apagar el fuego y otros para lanzar los salvavidas.
“En sí cuando explotó el primer tanque, nos fuimos todos al agua en unión. Nos quedamos ahí a flote, eso fue muy terrible”, contó Penoth con lágrimas en los ojos y voz entrecortada.
Subrayó que tras la explosión no dio tiempo de nada y solamente lograron recuperar lo poco que les quedaba a flote.
Como se sabe, la embarcación pesquera con 23 ocupantes no llegó a Gran Roque como tenía previsto debido a la falla en el motor que los dejó a la deriva.
La tarde del lunes 20 de septiembre, pescadores y rescatistas lograron salvar a un primer grupo de siete pasajeros y posteriormente al resto sanos y salvos.
De inmediato todos recibieron atención médica en el ambulatorio Petra María Marcano, de Los Roques.
Luego del recibimiento en la Base Aérea Táctica Avanzada Luisa Cáceres de Arismendi, pidieron ser llevados a la Basílica Menor del Valle, para pagar la promesa a la patrona de los pescadores. Allí aprovecharon para pedir a la virgen por la localización de Arquímedes Marval, maquinista de la embarcación zozobrada, el único que permanece desaparecido.
Eugler Narváez, capitán del barco pesquero, no estuvo presente pues fue llevado tan pronto descendió de la aeronave hasta el hospital militar Nelson Sayago Mora para ser chequeado y evaluado dado su condición de diabético.