Nos permitimos demostrar la relación existente entre la caída del producto interno bruto (PIB) en los últimos 7 años, los niveles de inflación alcanzados desde que el Banco Central comenzó hace cuatro años a financiar las pérdidas de las empresas públicas así como cubrir el déficit fiscal, con sus consecuencias en el crecimiento de los niveles de pobreza sobretodo la extrema, la cual pasó de un 20% a casi el 65% de las familias en los últimos 4 años.
PIB. Producto interno bruto en estos 8 años tuvo una caída cercana a un 80%, alcanzando el récord de ser el único país del mundo con tan elevados niveles. Los sectores más afectados son: Industria, construcción, turismo, agricultura, ganadería, petróleo, etc.
Observándose una permanente reducción productiva en estos 8 años, sobre todo en las empresas públicas que fueron las que tuvieron caídas mayores, viendo reducida su capacidad de producir los bienes y servicios que ellas antes suministraban para el consumo del país.
Hoy la producción nacional es menor a un 30% del consumo y son las empresas privadas las que aportan un 85% de ese monto, el resto se importa desde materia prima a productos semi procesados y terminados.
INFLACIÓN. La política monetaria expansiva del Banco Central es la principal responsable de que tengamos la mayor inflación del mundo, al financiar vía PDVSA los recursos en bolívares necesarios para cubrir las pérdidas de las empresas públicas y parte del gasto del gobierno. El crecimiento de la masa monetaria lo demuestra al pasar de 580 billones el 1 de enero del 2021 a un estimado para el 30 de septiembre de 2.600 billones, lo que nos indica que la liquidez aumentó casi cinco veces en 9 meses. Viéndose obligado el Banco Central a imponer un elevado encaje para tratar de restringir la inflación con sus efectos en el crédito y con ello limitando más aun la actividad económica sobre todo la productiva. Se estima que la hiperinflación anualizada ésta alrededor de 1.800%.
POBREZA. Los niveles de pobreza extrema se acercan a un 65% de las familias Venezolanas y son aquellas cuyos ingresos no alcanzan a cubrir la canasta alimentaría, la pobreza crítica alcanza un 20%, lo cual nos indica que solo un poco mas del 15% de la población tiene los ingresos suficiente para cubrir sus necesidades de consumo (cesta básica). Consideramos a las familias en pobreza extrema aquellas con un ingreso familiar mensual por debajo de los 130$ al mes, se estima que tenemos un 30% de las familias con ingresos totales por debajo de los 70$ al mes, lo cual les permite una capacidad de consumo muy limitada y son altamente dependiente de la asistencia social para obtener sus alimentos. La disminución de los niveles de consumo sobre todo de los alimentos esenciales (carne, pollo, pescado, huevos, leche) se hacen evidentes por los efectos de la inflación en sus precios.
Esta relación existente entre la caída del producto interno bruto y la inflación, con sus preocupantes consecuencias en los elevados niveles de pobreza, obliga a los responsables de la conducción pública a tomar las necesarias decisiones que permitan la recuperación de la actividad productiva nacional y llevar adelante los correctivos necesarios para controlar la política monetaria expansiva del Banco Central y reducir la inflación, principales responsables de las limitaciones que afectan la capacidad de consumo y calidad de vida de las familias Venezolanas.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo,
la Propiedad y la Constitución.