Cuesta arriba la tienen los comerciantes que trabajan con productos perecederos como carne y lácteos, pues debido a los continuos cortes eléctricos en el estado Táchira, temen que se dañen los equipos que son utilizados en este tipo de negocios.
Por: Corresponsalía LaPatilla
La comerciante Laura García manifestó que su familia lleva más de 25 años dedicada a la venta de carne en San Cristóbal, pero por los apagones algunos aparatos se han dañado y el costo de reparación supera los 50 dólares.
La nevera, los capacitadores y las lámparas que forman parte de la estructura para mantener refrigerada los productos cárnicos que son despachados a diario a los consumidores, figuran entre los equipos susceptibles a sufrir desperfectos por los apagones.
“A esto debemos sumar los gastos extras como la compra de combustible para la planta eléctrica, hielo y ajustar los horarios para poder trabajar”, expresó.
Para evitar las pérdidas debieron reducir el número de kilos de pollo y carne en el negocio, pues las fluctuaciones los obligaron a rematar la mercancía en algunas ocasiones. “Si uno metía 150 kilos de pollo, ahora hay que meter 100 para poder mantener la cadena de frío y no saturar los equipos”, comentó.
La falta de combustible, que padece la región desde hace varios años, trajo como consecuencia que se elevara el costo del ganado. Los comerciantes ven reflejado de forma semanal un incremento de 200 pesos por kilo de la proteína.
Los apagones son constantes en todo el país, pero el suroccidente de Venezuela es la zona más golpeada por la deficiencia en los servicios públicos que afecta la calidad de vida de los ciudadanos.