Con una población mundial que aumenta cada vez más su expectativa de vida, comprender cómo enlentecer el envejecimiento y prolongar la buena salud hasta la vejez es una prioridad.
Por Infobae
Investigadores de salud planetaria de la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash, Australia, hicieron un hallazgo que puede resultar revelador, al menos para las mujeres, al demostrar un vínculo entre la cantidad de vida vegetal en el entorno inmediato de una persona y un envejecimiento biológico más lento, basado en cambios en la metilación del ADN.
Los investigadores partieron de la base de que “el alto verdor circundante tiene muchos beneficios para la salud y podría contribuir a un envejecimiento biológico más lento”.
“Sin embargo, muy pocos estudios han evaluado esto desde la perspectiva de la epigenética -analizaron-. Nuestro objetivo fue evaluar la asociación entre el verdor circundante y el envejecimiento biológico basado en la metilación del ADN”.
Y según algunas de las conclusiones publicadas por los investigadores en Environmental Health Perspectives, los investigadores hallaron que “un mayor verdor circundante se asoció con un envejecimiento biológico más lento, como lo indica la aceleración de la edad GrimAge, en mujeres australianas”. “Las asociaciones también fueron evidentes para tres componentes individuales de GrimAge, pero fueron inconsistentes para otras medidas de envejecimiento biológico. Se necesitan estudios adicionales para confirmar nuestros resultados”, ampliaron.
El candidato a doctorado y primer autor Rongbin Xu explicó que buscaron en la literatura médica antes de embarcarse en este proyecto. “Sólo pudimos encontrar un solo resumen, presentado en una conferencia pero nunca escrito y publicado en una revista revisada por pares, que tocó este tema”, reconoció. “Se centró en los bebés y comparó su edad gestacional biológica con el verdor que rodea a la madre durante el embarazo, por lo que fue una aplicación bastante diferente a nuestro estudio actual”, explicó.
Uno de los marcadores más sólidos del envejecimiento biológico son los cambios de metilación relacionados con el envejecimiento que se encuentran en el ADN de un individuo. Aquí es donde algunas secciones de ADN quedan cubiertas por moléculas de metilo.
Acerca de la metilación
La metilación del ADN en dinucleótidos CpG es uno de los mecanismos epigenéticos implicados en la regulación de la expresión génica en mamíferos. Los patrones de metilación son específicos para cada especie y tipo de tejido. La maquinaria implicada comprende diferentes proteínas reguladoras. La metilación del ADN es de vital importancia para mantener el silenciamiento génico en el desarrollo normal, la impronta genómica y la inactivación del cromosoma X. En contraste, las alteraciones en ella están implicadas en algunas enfermedades humanas.
Algunas secciones de ADN tienen sitios CpG que son particularmente propensos a aumentar la metilación con la edad, y esto restringe la funcionalidad de los genes afectados. Por el contrario, el envejecimiento también puede reducir la metilación en otras áreas, lo que lleva a una sobreexpresión de genes, que puede ser igualmente dañina.
La DNAmAge es una medida de la edad biológica de una persona medida por metilación, y hay cuatro algoritmos principales de uso popular para calcularla: Horvath’s Age, Hannum’s Age, PhenoAge y GrimAge.
Existe un creciente cuerpo de investigación que indica que GrimAge puede ser el estimador de DNAmAge más robusto, dado su fuerte poder predictivo de la salud futura, como el tiempo hasta la muerte, el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Al comparar la DNAmAge de un individuo con su edad cronológica en años, los investigadores pueden calcular la aceleración del envejecimiento biológico (DNAmAgeAC). El aumento de la aceleración se asocia con una muerte prematura y numerosas enfermedades del envejecimiento, como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Si bien algunos cambios de metilación son inevitables, en realidad puede tenerse cierta influencia sobre ellos. La investigación muestra que las intervenciones como los ajustes dietéticos y los factores ambientales pueden revertir los cambios de metilación adversos.
“Especulamos que la cantidad de vegetación en el entorno inmediato de una persona puede desempeñar un papel en la reducción del envejecimiento biológico acelerado”, dijo Xu.
“Un alto grado de densidad de vegetación local (jardines, zonas verdes, arbustos) puede reducir el estrés mental, proporcionar un espacio para la interacción social, fomentar la actividad física y reducir los daños causados por la contaminación del aire y el calor -ahondó-. Dado que todos estos son determinantes para la buena salud, tenía sentido que pudiera haber una conexión”.
La vida vegetal absorbe la luz roja visible para la fotosíntesis, pero refleja fuertemente la luz infrarroja y la del infrarrojo cercano. Los investigadores utilizaron esto, y algunas fórmulas matemáticas bastante complejas que explicaron la distorsión atmosférica en las lecturas de luz, para estimar la densidad del verdor hasta dos kilómetros de sus hogares.
“Descubrimos que al utilizar el más robusto de los algoritmos, GrimAge, el aumento del verdor circundante se asoció con un envejecimiento biológico más lento”, precisó Xu, y concluyó: “Nuestro estudio muestra que un aumento de 0.1 unidades en el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada dentro de los 500 metros de la casa está asociado con una reducción de 0.31 años en el envejecimiento biológico medido por GrimAge”.
Según los investigadores, estudios de cohortes anteriores daban cuenta que esto equivale a una reducción del 3% en la mortalidad por todas las causas. La asociación se mantuvo estable al medir la vegetación a 300 metros, un kilómetro y dos kilómetros de las casas.