Una placa conmemorativa recuerda a partir de este miércoles los meses que Diana Spencer vivió en un piso del elegante barrio londinense de Chelsea, antes de casarse con el príncipe Carlos, heredero al trono británico, y convertirse en princesa de Gales.
La distinción, emplazada en la fachada del apartamento 60 de Coleherne Court, en Old Brompton Road, forma parte de la colección de 950 placas azules que copan las calles de Londres para recordar los vínculos entre personajes notables del pasado, como John Lennon, Winston Churchill o Virginia Woolf, y los edificios en los que vivieron y trabajaron.
El piso londinense de la princesa de Gales, comprado por 50.000 libras (unos 57.800 euros) en 1979 -cuando cumplió 18 años- con la herencia de su abuela, fue su residencia durante 18 meses, antes y durante el noviazgo con el príncipe Carlos.
Diana compartió el apartamento con tres amigas, que pagaban cada una de alquiler unas 18 libras por semana (20,80 euros) y con las que “reía a carcajadas” y pasó “los momentos más felices de su vida”, según el biógrafo Andrew Morton.
Asimismo lo recordó este miércoles, en una ceremonia para descubrir la placa, una de las compañeras de piso de Diana, Virginia Clarke, quien dijo que aquellos meses fueron “felices para todas y el piso siempre estuvo lleno de risas”.
Lady Di conoció al príncipe Carlos en una fiesta en noviembre de 1977, empezó a salir con él en julio de 1980 y recibió su propuesta de matrimonio en febrero de 1981, lo que convirtió a 60 Coleherne Court en la “dirección más famosa del Reino Unido”, de acuerdo con Morton.
Diana abandonó el apartamento a los pocos días de su compromiso con el príncipe Carlos -con quien terminó divorciándose después de una relación tormentosa- para trasladarse primero a Clarence House y después, a una suite en el palacio de Buckingham.
Anna Eavis, de English Heritage, organización encargada de gestionar el programa cultural de placas azules en Londres, rememoró este miércoles en el acto inaugural cómo Lady Di “usó su fama e influencia para crear conciencia sobre cuestiones como la falta de vivienda”.
La princesa, fallecida en 1997 en un accidente de coche en París, fue patrona de la Cruz Roja, entre otras organizaciones benéficas, y trabajó especialmente para ayudar a los enfermos de sida y lepra.
Solo un 14 % de las placas azules conmemorativas que lucen en las calles londinenses están dedicadas a mujeres, por lo que English Heritage pide al público que nomine a posibles candidatas a la distinción para visibilizar la contribución femenina en la historia de la ciudad.
EFE