Volcán de La Palma: ¿Cómo se espera que sean los próximos días?

Volcán de La Palma: ¿Cómo se espera que sean los próximos días?

Volcán de La Palma / GETTY IMAGES

 

 

 





Este lunes el volcán de La Palma tuvo un parón en su actividad eruptiva, en el que dejó de emitir lava. Sin embargo, esto puede volver a cambiar en cualquier momento. Así lo reseñó BBC Mundo.

De hecho, a los pocos minutos de que esto sucediera, se observó una columna eruptiva de vapor de agua y muchos piroclastos negros. Así se corrobora que la evolución de la actividad del volcán, cuya lava ya ha llegado al océano, es muy cambiante a lo largo del tiempo.

¿Habrá nuevas explosiones?

Para entender el proceso de erupción de un volcán se puede comparar con una botella de champán. Cuando la botella está cerrada no vemos el gas. De la misma forma, cuando el magma se encuentra estancado a unos diez o quince kilómetros de profundidad, es una sustancia líquida silicatada y caliente a más de 1.200 grados con gases o volátiles disueltos (agua y diversos compuestos de carbono, azufre, cloro, fluor, entre otros), más cristales.

Es decir, tal y como sucede con la botella, hay gas pero en este momento no se podrían ver. Esto sucede en la cámara magmática debajo de la isla de La Palma, donde hay suficiente presión litostática y no se forman burbujas (vesiculación magmática).

Pero cuando esa lava sube a zonas subsuperficiales (unos pocos kilómetros o cientos de metros), el magma empieza a liberar gas (exsolución de burbujas). Entonces nos encontramos con un magma compuesto por un 95% de líquido y 5% de gases, aproximadamente, encerrados en las burbujas. Estos volátiles son los que van a generar la explosividad que se ve en la superficie.

Conforme el magma va ascendiendo, las burbujas son cada vez mayores y se rompen cerca de la superficie. Así se produce la fragmentación del magma, que sale al exterior formando columna de piroclastos (ceniza, lapilli, escorias y bombas, según su tamaño de menor a mayor). Estos se dispersan según su densidad: los más groseros cerca de la fisura y los más finos a la troposfera y distancias kilométricas.

La fisura eruptiva superficial puede medir centenares de metros o algunos kilómetros y va cambiando a lo largo del tiempo. Se pueden formar varias bocas, pero ahora se ha concentrado en un cono volcánico principal. En esta semana que llevamos de erupción, ese cono ya tiene entre 160 y 180 metros de altura.

 

El proceso de erupción se puede comparar a una botella de champán, antes y después de ser descorchada.

 

Seguramente habrá nuevas explosiones. Habrá pulsos, es decir, varias horas de erupción continua de gran explosividad. Por tanto, en cuestión de minutos puede ir disminuyendo la explosividad y parar, para luego volver a soltar una columna eruptiva explosiva al poco tiempo.

Los pulsos explosivos, como los que se han visto a lo largo de estos ocho días, están condicionados por la cantidad de gas disuelto que existe en el magma que va saliendo a superficie a temperaturas de unos 1.200 grados.

Cascadas de lava

No se puede saber cuánto durará la erupción. Lo único que se puede hacer es estudiar los hechos volcánicos históricos. En este contexto, desde la conquista de Canarias, en la dorsal o rift de Cumbre Vieja ha habido seis erupciones.

La del Teneguía, la más corta, duró 25 días, la de San Juan 38 días, la de El Charco 56 días, la de Tahuya 84 días, entre otras. Es decir, todas han durado entre uno y tres meses.

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