En condiciones insalubres permanece desde hace seis meses el frente de la sede de Protección Civil (PC) en Bejuma, estado Carabobo, luego de que un indigente se instalara a vivir en el lugar, en el que acumula basura y hace sus necesidades fisiológicas.
Por: Corresponsalía La Patilla
El sargento segundo Alexis Pacheco, jefe de operaciones de PC Bejuma, contó a La Patilla que esta persona se instaló en los espacios del Centro Comercial Bejuma Ranch, justo en frente la sede de este organismo, en donde acumula la basura que recoge en poblado, ocasionando entre otras cosas malos olores, proliferación de insectos y roedores.
“Somos una institución que presta servicio a la comunidad, por lo que nuestro personal se ve en la necesidad de barrer, limpiar, pero en horas de la madrugada él vuelve a arrojar la basura”, aseguró Pacheco, quien dijo que cuando le han llamado la atención, este se ha comportado agresivo con los funcionarios y los ha amenazado con golpearlos.
El funcionario indicó que han notificado del hecho a la Alcaldía, específicamente al departamento Desarrollo Social, además de los dueños del centro comercial, pero no han conseguido que solucionen la problemática. “Los dueños del local han intentado desalojarlo, pero no lo han logrado y supimos que en Misión Negra Hipólita no tiene actualmente cupos”, explicó.
Pacheco resaltó que la idea es que lo desalojen de la mejor manera pues entiende que es un caso especial, pero consideró que es necesario que lo hagan antes de que ocasione un daño peor a esta institución pública, donde la comunidad acude en busca de ayuda ante cualquier eventualidad, como por ejemplo a recibir los primeros auxilios en caso de una emergencia.
Por su parte, Jodsely Rojas, vecina del sector Banco Obrero, lugar en que se encuentra dicho centro comercial, contó que cuando esta persona llegó a la comunidad se veía lucido, “habló con nosotros y dijo solamente que venía de Caracas y no tenía donde dormir e incluso un vecino le daba de comer”, detalló.
Aseguró que en ese entonces no parecía tener algún problema de salud mental, pero al cabo de dos meses todo cambió, “empezó a comportarse diferente a acumular basura, a no quererse asear y hacer sus necesidades enfrente de las personas”, explicó.
Rojas indicó que los dueños del lugar deben buscar una salida, pues esto perjudica tanto a los funcionarios de Protección Civil como a la comunidad.