Líderes indígenas del municipio Sucre, en el estado Bolívar, aseguran que las escuelas de sus comunidades no están aptas para el regreso presencial a clases.
Hilario Cortes, líder indígena de afirma que los maestros indígenas de Maripa, parroquia Guarataro y Aripao, señalan que sienten gran preocupación por la educación de los niños y niñas de las 49 escuelas indígenas de la zona, después de haber escuchado la noticia sobre retorno a clases presenciales para el mes de octubre.
Consideran que ni su situación personal, ni las de las escuelas son las adecuadas para acudir al llamado del ministerio. Cortes detalló que estas escuelas y sus alumnos padecen por la falta de transporte fluvial y combustible para movilizarse desde sus comunidades hasta las escuelas.
Como el resto de los docentes del país, los maestros y maestras de las comunidades indígenas del municipio Sucre lamentan que el sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades personales. Muchos tienen que pedir colaboración a los padres y representantes para comprar marcadores, bolígrafos, cuadernos, hojas blancas y demás insumos de trabajo porque las escuelas de la zona no reciben este tipo de dotación. Hilario Cortés manifestó a Kapé Kapé, que las comunidades indígenas de las zonas fluviales son las más afectadas, por no tomarse en cuenta en sus necesidades en las áreas de salud, territorio y seguridad alimentaria. Sus habitantes esperan que antes de ordenar el retorno a clases presenciales, primero se evalúen las condiciones de las escuelas indígenas y que se garantice el derecho a la salud de los alumnos y docentes.
Derecho a la identidad de los niños indígenas, una piedra de tranca más para su acceso a la educación. El irrespeto al derecho a la identidad de los niños y niñas indígenas de estas comunidades se ha convertido en otro de los problemas frecuentes en las comunidades indígenas tanto en zona fluvial y terrestre del municipio Sucre. Los maestros y líderes calculan que aproximadamente 300 niños indígenas en edad escolar están sin partida de nacimiento.
A raíz de esta irregularidad, los padres y representantes no pueden inscribir a sus hijos en la escuela por no tener este documento, que es requisito primordial para tal fin. Así, de cierta manera se está desconociendo la existencia de estos niños y niñas de las comunidades indígena porque no hay registro de su nacimiento. Muchos de ellos van a la escuela como oyentes, por no tener su partida de nacimiento para formalizar su inscripción. Las autoridades indígenas y de las organizaciones ancestrales han logrado introducir a las diferentes instituciones públicas informes y denuncias sobre la situación que están padeciendo, entre ellas la solicitud de una jornada especial de
registro civil y cedulación en comunidades indígenas del municipio Sucre, pero una vez más, se han quedado sin respuestas.
Nota de Prensa