El futuro de Gilad Gil Pereg -el ingeniero electrónico israelí radicado en Argentina acusado de asesinar a su madre y a su tía en enero de 2019 y enterrar sus cuerpos en su casa de la localidad mendocina de Guaymallén- comenzó a definirse esta semana en el inicio del juicio en su contra.
Un jurado popular definirá al cierre del proceso si el presunto doble femicida -conocido como el “hombre gato” por actuar como tal desde el descubrimiento de los cuerpos- es inimputable o puede ser condenado por los crímenes de las mujeres que habían viajado al país a visitarlo.
Durante la audiencia de este martes, Pereg no paró de “maullar” y fue desalojado de la sala de audiencias. “¿Señor Gil Pereg, este es su nombre?”, le preguntó la jueza técnica Laura Guajardo, a lo que el acusado respondió con un “maullido”. Tras una advertencia de la magistrada para que se comportara, el hombre continuó “maullando” de manera incesante, por lo que fue retirado de la sala por el personal de seguridad.
Pereg está acusado del delito de homicidio agravado por el vínculo de su madre Pyrhia Saroussy (63) y el homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego de su tía, Lily Pereg (54), por los que podría ser condenado a prisión perpetua.