Varias etnias indígenas viven a la intemperie en vías principales de Maracaibo

Varias etnias indígenas viven a la intemperie en vías principales de Maracaibo

 

Varias etnias indígenas del Zulia han tomado las principales vías de la ciudad de Maracaibo. Viven allí a la intemperie y obstaculizando el libre tránsito en la Circunvalación Uno de la ciudad, arterial vial que une a los municipios Maracaibo y San Francisco.





Por Corresponsalía La Patilla

Alrededor de 50 familias múltiples (más de ocho integrantes) residen en plena vía pública. Este no es su ambiente habitual, dicen que están allí porque no tiene dónde vivir y construyeron de manera improvisada los palafitos con material de reciclaje.

Su permanencia en el distribuidor de la circunvalación uno ha ocasionado severos daños a vehículos particulares. Hacen una alcabala para pedir dinero y en ocasiones quienes no colaboran con ellos, han sido víctimas de la violencia y hasta le han roto los vidrios a los carros.

 

 

José Fuenmayor es conductor de la ruta Polar, dijo que hace dos meses tuvo un inconveniente con un joven que reside allí. “Me pidió dinero y como me negué a darle un dólar, la manada se vino sobre mi microbus. Le saqué una llave de cruz y los amenacé. No pasó de un susto, pare a un policía y no hizo nada. Porque ellos son indígenas y hay que respetarlos y a nosotros quién nos respeta”, señaló.

El espacio habitual de estas etnias son zonas rurales. Por sus costumbres y modo de vida, cocinan a leña, hacen artesanías, siembran, entre cosas.

 

 

Están ocasionando incomodidad en los vecinos de las zonas aledañas, porque defecan, orinan y se bañan en la vía pública, comen de los desechos y lanzan la basura a las avenidas.

Las denuncias son muchas y la municipalidad es conocedora de esta situación y no hacen nada por resolver o adjudicarles un espacio apto para ellos. Por el contrario, están cedulando a la población del asentamiento donde viven unas 300 personas, de las cuales alrededor de 200 personas son mayores de edad.

 

 

Los vecinos de la urbanización Villa Sur y sectores aledaños piden a las autoridades reubicar a los wayuu. Día tras día van de casa en casa a pedir alimentos, ropas y hacen las necesidades fisiológicas frente a la residencia.

“Ellos no están acostumbrados a este hábitat. Tengo que vivir pendiente de mi hija pequeña de 4 años, pues en ocasiones los hombres de ese asentamiento se pasean desnudos por las calles, no es un ejemplo digno para los pequeños de la casa”, denunció una vecina.