El opositor cubano Guillermo Fariñas, Premio Sájarov del Parlamento Europeo, fue liberado tras una detención temporal este martes en la ciudad central de Santa Clara, donde reside.
“Todo viene en función del día 15 de noviembre”, dijo Fariñas a Efe por teléfono, desde su domicilio, sobre la conversación que mantuvo hoy con tres oficiales de la Seguridad del Estado durante un arresto por varias horas.
Fariñas, coordinador general del ilegal Frente Antitotalitario Unido (Fantu), considera como motivo del arresto el deseo de las autoridades cubanas de conocer si él pensaba salir ese día para participar en la marcha convocada por el grupo opositor Archipiélago para el próximo 15 de noviembre en la isla.
“Lo sabrán el día 15”, añadió Fariñas.
El disidente refirió que en el encuentro las autoridades le comentaron sobre sus pronunciamientos en las redes sociales en solidaridad con los promotores de la marcha del 15N que el Gobierno cubano ha prohibido por considerarla “ilícita” y le advirtieron que “no va a haber concesiones con nadie”.
Los convocantes de la manifestación han dicho que su propósito es reclamar el respeto a los derechos, la liberación de los presos políticos y la solución de las diferencias a través de vías democráticas y pacíficas.
Guillermo Fariñas dijo que actualmente está bajo tratamiento médico a causa de una bacteria que tiene alojada en el riñón y que al respecto los agentes de la policía política “intentaron convencerme para que aceptara un ingreso en un hospital”.
“Creo que están tratando de hacerlo para tenerme el 15N ingresado, pero no nos pusimos de acuerdo”, refirió el disidente de 59 años que en 2010 recibió el Premio Sájarov del Parlamento Europeo por la lucha en favor de los derechos humanos.
El pasado 8 de septiembre, Fariñas también estuvo bajo arresto por unas horas y después quedó en libertad, una situación por la que ha pasado en repetidas ocasiones.
Fariñas es uno de los opositores cubanos más conocidos, particularmente por las numerosas huelgas de hambre que ha mantenido en protesta contra el sistema cubano desde la primera en 1995, la más larga en 2003, cuando mantuvo un ayuno durante 14 meses, y la número 25- que tuvo lugar en 2016 y se prolongó por 54 días para pedir al Gobierno el cese de la represión contra los disidentes.
El Gobierno de Cuba, por su parte, considera a los disidentes “contrarrevolucionarios” y “mercenarios” al servicio de los intereses de Estados Unidos y niega que tenga presos políticos en sus cárceles.
EFE