Se suele diagnosticar a una paciente con SOP cuando presenta al menos dos de los siguientes síntomas de manera constante:
– Periodos irregulares, los cuales pueden ser menores a 21 días, mayores a 30 días o ausentes.
– Acumulación de los folículos en los ovarios los cuales se deben confirmar con un ultrasonido dado que se suelen confundir con quistes.
– Niveles altos de hormonas andróginas entre las que destacan la testosterona, por lo que suelen presentar vello facial, acné o calvicie.
A los síntomas anteriores se le pueden sumar niveles altos de insulina, poca tolerancia a los carbohidratos, aumento de peso y dificultad para perderlo. Esto normalmente se debe al exceso de hormonas, los niveles de insulina y las complicaciones a nivel de la tiroides que conlleva este síndrome. Existen también complicaciones dermatológicas como el acné y la acantosis nigricans (parches oscuros de piel en especial en cuello y axilas). Se observa también que las pacientes presentan infertilidad dado que los niveles altos de hormonas andróginas evitan la ovulación.
Es común observar cambios en los patrones del cabello y vellos, en particular un síntoma llamado hirsutismo que causa que el vello crezca más grueso. En particular se observa un alza de los niveles de depresión en estos pacientes debido a la cantidad de síntomas externos e internos y la dificultad que se presenta a la hora de controlarlos.
¿Qué tipo de dieta debemos llevar si tenemos SOP?
Debido a la dificultad para procesar carbohidratos y azúcares y el cansancio que normalmente se experimenta es importante no eliminar los carbohidratos totalmente de la dieta. Se ha demostrado que las dietas que son bajas en carbos y lácteos suelen generar resultados positivos para estos casos. En particular es importante aumentar el consumo de fibra , proteínas magras (pollo, tofu) ,frutas bajas en azúcar (bayas, manzanas), reducir las grasas procesadas y aumentar las naturales (Aguacate). Es recomendable disminuir también el consumo de alimentos altos en almidón e incluir granos enteros.
Una de las recomendaciones más importantes es aumentar nuestro nivel de movimiento. Intenta completar 120 minutos de ejercicio moderado de tu preferencia a la semana, haciendo énfasis en ejercicios de fuerza. Los estudios demuestran que ejercitarnos regularmente nos ayuda a mejorar la ovulación y regular la menstruación. A bajar los niveles de hormonas andróginas , regular el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar nuestra salud mental y en particular la sensibilidad a la insulina que se ve gravemente afectada con este síndrome.
En resumen, el síndrome de ovarios poliquísticos es complejo debido a la cantidad de síntomas que presenta. Debemos ser conscientes de que si lo padecemos vamos a experimentar cambios sobre todo en materia hormonal y que estos significan que debemos cambiar nuestra forma de alimentarnos. Es importante acudir a profesionales en el área de la salud y realizarse chequeos constantes no sólo en el área de la nutrición sino en cuanto a salud reproductiva. Una alimentación específica para este síndrome y mejores hábitos de ejercicio pueden ayudarnos a ver mejoras.
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1. Deswal, Ritu, Vinay Narwal, Amita Dang, and Chandra S. Pundir. 2020. “The Prevalence of Polycystic Ovary Syndrome: A Brief Systematic Review.” Journal of Human Reproductive Sciences 13 (4): 261–71.
2.- Sirmans, Susan M., and Kristen A. Pate. 2013. “Epidemiology, Diagnosis, and Management of Polycystic Ovary Syndrome.” Clinical Epidemiology 6 (December): 1–13.
3.- Tomlinson, Julie A., Jonathan H. Pinkney, Phil Evans, Ann Millward, and Elizabeth Stenhouse. 2013. “Screening for Diabetes and Cardiometabolic Disease in Women with Polycystic Ovary Syndrome.” Diabetes & Vascular Disease Research: Official Journal of the International Society of Diabetes and Vascular Disease 13 (3): 115–23.