Democracia liberal mediante la aplicación de la decencia cívica propia de la ciudadanía. Ciudadano que se crece en responsabilidad y, como tal, se encamina siguiendo la Constitución a crear grupos afines, respetuosos de la ley, para cambiar un Ambiente Político Real Violento en un Ambiente Político Real Electoral que garantice la elección de Gobernadores y Alcaldes demócratas. Gobernadores y Alcaldes nacidos de la decencia cívica por la vía del voto como práctica democrática, lo cual les imprime garantía y fuerza política a ambos funcionarios para mostrar la diferencia entre la democracia y el perverso revolucionarismo militarista.
Revolucionarismo violento, primitivo y armado que después de 20 año continúa amasando desgracias, crímenes y robos cercanos a la droga, las trampas, la inmoralidad plana y el numeroso grupo distante de la política, ya que está fuera de la decencia cívica. Decencia cívica que, como vía para convocar políticamente a un hecho electoral, cree firmemente en las leyes y en la Constitución, en especial la ciudadanía. El ciudadano ya harto de tanta fechoría desenmascarará al revolucionarismo y le impone su voluntad, la mayoría… los demócratas.
El hecho electoral del 21N ya dibuja la derrota del revolucionarismo militarista, el 21N amanecerá la democracia y de una manera plena, con operadores políticos ciertos se generará un cambio en las Gobernaciones y Alcaldías. Los operadores políticos están dispuestos a generar un cambio radical mediante una acción política social transformadora, ello será posibles con la participación política de los ciudadanos, que por vía de la decencia cívica rechazan la corrupción, los arreglos y la antipolítica, prefiriendo la decencia del voto.
El hecho electoral del 21N ya en movimiento clama para que los demócratas creen una real esperanza política, para quienes les corresponde gobernar convencidos deben estar de una necesaria e impostergable transición política, que incluye hasta el referéndum revocatorio. La motorización del hecho electoral para el 21N es una acción motorizadora de la clase política democrática, a través de la práctica de una acción transformadora en Venezuela para que a través de la resistencia civil se alcance la decencia cívica que active a los demócratas responsables.
El hecho electoral del 21N mostrará la madurez, sobre todo el saber político del líder político emergente junto a una ciudadanía participativa, decidida a reinstalar la democracia. El hecho electoral del 21N impone inteligencia, decisión y coraje cívico de la ciudadanía, todo ello servirá como el motor donde prohombres, ciudadanos y líderes apuntan con la nación los nuevos Alcaldes y Gobernadores para que coronen el cambio político en contra del revolucionarismo militarista.
Referéndum revocatorio para hacer la república con democracia liberal, motorizada por una ciudadanía que cree y crecerá creyendo como clase política, distante del partidismo obsoleto y antipolítico. En este estadio, la ciudadanía comprende y mostrará a la política como ciencia. Cuanto se aparte de la ciencia forma parte de la perversión, de la politiquería y de la Antipolítica, es decir, del atraso y la incertidumbre. El 21N tiene un trazado político: hacer política, lo cual es igual a participar en política. Política contundente, no violenta, que potencie la decencia cívica, que conduzca la decencia civil la cual facilitará la transición política para el reagrupamiento de las fuerzas democráticas de la república en pleno siglo XXI.
Es original,
Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO-CSB
@JMachillandaP
Caracas, 8 de noviembre de 2021