Portugal, un país con uno de los índices de vacunación anticovid más altos del mundo, anunció medidas para frenar el aumento de contagios por covid-19, incluyendo una semana de restricciones tras las fiestas de fin de año.
El país, que retomará el “estado de calamidad” (un nivel inferior al estado de emergencia) a partir del 1 de diciembre para contener al expansión del virus, tiene un índice de incidencia por cada 100.000 habitantes a 14 días de 279,8 personas, mientras que el riesgo de transmisión (Rt) es de 1,19.
“Estamos viendo un empeoramiento de la situación sanitaria”, declaró el primer ministro, António Costa, durante una rueda de prensa tras un consejo de ministros.
“Es el momento adecuado para adoptar nuevas medidas” porque “entramos en una fase de riesgo elevado”, subrayó.
A partir del 1 de diciembre, el gobierno recomienda teletrabajar, la mascarilla volverá a ser obligatoria en interiores y el pase sanitario será exigido en restaurantes y hoteles.
Además, se exigirá una prueba negativa al covid para asistir a eventos culturales o deportivos, visitar residencias de ancianos, o acudir a bares y discotecas.
En cuanto a los viajes, se exigirá un resultado negativo para todos los vuelos con destino Portugal.
Tras las fiestas de fin de año, del 2 al 9 de enero, el teletrabajo se volverá obligatorio, las vacaciones en las escuelas serán prolongadas y bares y discotecas deberán cerrar.
A pesar de tener al 87% de su población totalmente vacunada, Portugal está experimentando un fuerte aumento de infecciones de covid-19.
El jueves, el país registró 3.150 nuevos casos en 24 horas, según el último informe de las autoridades sanitarias, el nivel más alto en casi cuatro meses.
AFP