Áñez denunció tortura psicológica en prisión mientras el Gobierno boliviano lo niega

Áñez denunció tortura psicológica en prisión mientras el Gobierno boliviano lo niega

Carolina Ribera (c), hija de la expreidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez, muestra a la prensa una carta escrita por su madre en la que hace algunas denuncias, hoy, en las puertas de la cárcel femenina de Miraflores, en La Paz. EFE/ Martin Alipaz

 

 

La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez denunció en una carta difundida este jueves que es víctima de “tortura psicológica” en el penal donde está recluida, mientras que desde instancias estatales se habla de “altercados” con funcionarios penitenciarios y que no sufrió agresión física.

En el texto manuscrito, Áñez hace referencia a un incidente que tuvo la noche del miércoles con la directora de la cárcel femenina de Miraflores, una teniente coronel de la Policía, que calificó como “una clara acción de tortura psicológica” puesto que la hizo sentir “amenazada y amedrentada”.

Áñez expresa que la directora del penal le “manifestó su molestia” por un problema que tuvo horas antes con una funcionaria policial subalterna y que según había denunciado la hija de la política, Carolina Ribera, fue para obligarla a firmar una nota.

La exjefa de Estado cuenta que la directora del penal le había señalado que la recriminación era la “consecuencia” de lo que Ribera había denunciado públicamente sobre una agresión y la preocupación suya por la integridad de su madre.

Áñez refirió que los altercados con la directora del penal y más temprano con una funcionaria de seguridad le provocaron dos descompensaciones en su estado de salud.

“Mi madre es una mujer enferma, y han ocasionado dos veces que ella se descompense, se le subió la presión, tuvieron que inyectarla, se pone muy nerviosa”, declaró a los medios la hija de la expresidenta interina.

“Si algo nos pasara (a ella y sus familiares) es estricta responsabilidad de Régimen Penitenciario y la dirección del penal”, advierte Áñez al final de su carta.

Durante su detención, hace más de nueve meses, Áñez sufrió varios problemas de salud como una crisis por hipertensión arterial y en una ocasión se autolesionó el brazo manifestando que ya no quería vivir.

La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez (c) es asistida por una policía para bajar de una ambulancia que la llevó de vuelta a la cárcel en que está recluida, hoy en La Paz (Bolivia). EFE/Stringer

 

Áñez recibió este jueves la visita del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) instancia estatal que refirió que la expresidenta interina había tenido un “altercado” con una funcionaria y que “no recibió ningún golpe de parte de personal policial” que resguarda la cárcel.

“Ratificamos que dentro del Régimen Penitenciario se respetan los Derechos Humanos de todos los privados de libertad”, escribió el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en redes sociales refiriéndose a esos sucesos.

La expresidenta interina fue detenida preventivamente en marzo pasado en el caso llamado “golpe de Estado” con cargos de sedición, terrorismo, y conspiración, un proceso que inicialmente fijó una detención de cuatro meses y luego de seis.

Luego se abrió otro caso, “golpe de Estado II”, que amplió ese plazo por seis meses más con acusaciones de incumplimiento de deberes y resoluciones contra la Constitución.

El Gobierno de Bolivia considera que Áñez llegó al poder en 2019 a través de un “golpe de Estado” y no por sucesión Constitucional en su condición de segunda presidenta del Senado tras la renuncia de Evo Morales y la dimisión masiva de las autoridades en la línea de sucesión.

EFE

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