En Venezuela cada año desde 2019 se han duplicado los apagones con sus efectos sombríos para la recuperación del país.
OLGALINDA PIMENTEL // CRÓNICA UNO
Sin embargo, 2021 fue uno de los más accidentados en 133 años de historia del servicio eléctrico, señaló el ingeniero José Aguilar, especialista internacional de generación eléctrica, al hacer un balance del suministro de electricidad en el año que culmina. Y esto le parece inconcebible.
El embalse de Guri, el más grande del territorio nacional que está ubicado en el estado Bolívar, registró durante el año el ciclo hidrológico “más largo y espectacular” conocido desde el año 1950.
“En lo que va de este siglo XXI, la era de la revolución ha tenido 8 % más de agua para el Guri que en todo el siglo XX”, precisó. Y se basó en una data que muestra que el país desde el 2010 inició una crisis eléctrica sin precedentes que se agravó con los apagones nacionales de 2019.
Estos ocasionaron una pérdida de importantes equipos en la red de transmisión y distribución, así como averías en la generación, debido a “negligentes e irresponsables prácticas operativas”.
Y todavía, dice, no se han logrado las primeras mejoras significativas, a pesar de contar con nuevos equipos que llegaron desde mayo de 2021. “Esto es indicativo de una deficiente capacidad de ejecución. Más de medio país está al filo de quedar sin servicio eléctrico y es inaceptable”, anticipó.
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