Albricias: se va un año nacido bajo el engaño de haber anunciado el fin de la pandemia… como optimistas y alegres manifestaban en diciembre pasado varios laboratorios de los que en plena recesión han hecho el mayor negocio del planeta.
Sin embargo este 2021 no ha sido muy distinto a otros ya idos: al respecto recuerdo que en nuestra Venezuela desde 2012 todos los calendarios… a pesar de lo que anualmente anuncian sabios persas y brujitas vernáculas… han sido peores que el anterior.
Ojo: esta seguidilla no crean que se originó por la muerte del comandante Chávez sino más bien es consecuencia lógica del modelo económico que ya había fracasado en el puntofijismo… que sigue siendo el mismo y los por ende resultados no podían ser distintos.
Esta larga recesión nacida cuando llegaron a nuestras tierras los efectos de la crisis mundial e inmobiliaria del 2008 que para paliarla drenó los recursos libres en la banca mundial –le llenaron como regalo navideño a los grandes bancos de Wall Street… el inmenso déficit que tenían… gratis-.
Y esos recursos a manera de endeudamientos… desde los años setenta del siglo pasado… habían servido para enmascarar que la economía nuestra realmente no crece desde aquella fecha… y que los regalos a manera de transferencia que se hacían a los enchufados de entonces que eran muchos más –de todas las clases sociales- y menos ladrones que los de ahora… hace rato que no existen… salvo que nos dediquemos a producir y bastante.
De lo contrarios seguiremos comiéndonos las entrañas de las que cada vez hay menos.
Añada el lector los efectos de las ilegales sanciones… y entonces no será necesario tomar post grados en economía para entender lo que ha sucedido… y cómo remediarlo.
Pero recordemos que “no hay mal que dure 100 años”… y para el 2022 se abren posibilidades reales… más allá de la retórica bolivariana que pregonó la unidad latinoamericana… donde todos metían la mano sin control… y donde el presupuesto nuestro era el pagador… a veces… porque recuerdo que el presidente Chávez anunció cerca de una docena de nuevas refinerías… de ellas tres o cuatro en Venezuela.
¡Y a duras penas remodeló la de Cienfuegos porque no fue la PDVSA rojita quien administró los cobres… y el populismo prometedor anunciaba novedades… sin terminar lo anunciado antier!
La situación geopolítica… difícil para la América mestiza… abandonada por la potencia regional del norte… enfrascada en buscar pleitos ajenos en Asia o en la Europa del Este… y aliada a Gran Bretaña, Australia y uno que otro país… es sin embargo prometedora.
A nosotros no nos interesa que se hundan los Estados Unidos aunque por los momentos no estén interesados en lo que abusivamente llamaron “su patio trasero”… como tampoco podemos aplaudir que China que es quien nos construye cachivaches baratos… quiebre.
Obvio: pero también nos interesa unirnos los latinoamericanos… cuando se pueda… y en lo que se pueda y nos convenga.
Pero esta verdad perogrullesca tiene en nosotros los venezolanos… como en el caso de España donde sus principales enemigos siempre han sido los españoles… el peor obstáculo.
No solo porque pareciera que las alcabalas burocráticas siempre están abiertas al ladrón… y cerradas a quien es honesto… sino porque la polarización con sus estupidizantes “influencers” –que en realidad no influencian ni a sus familias.- y los programas de la política siempre dispuestos a dar puerta franca al idiota y a censurar las ideas… dificultan aquí y en toda la América mestiza que se lleguen acuerdos convenientes –más allá de las ideologías- para las partes que no serán “todos”.
El triunfo de Boric en Chile realmente abre alamedas económicas… pero todo se dificultará en la medida en que los y las “analistas” insistan en que el diputado socialdemócrata y ahora Presidente… que votó por la Ley Anti Barricadas… es “un comunista embozado”.
O cómo algunos van a pretender desde la acera de nuestro gobierno… que para llegar a acuerdos entre Venezuela y Chile… primero Boric debe jurar como lo hicieron la anterior camada de gobernadores venezolanos… ante digamos el Foro de Sao Paulo… con lo cual acaban con cualquier intento real de unidad entre hispanohablantes.
Pero… ante el último día del año… por malo que haya sido… hay espacio para el optimismo… ojalá y los idiotizados por la polarización… o se vayan… o se queden mudos y mochos.
Feliz 2022 a pesar de todo.