El presidente de Kazajistán cesó el miércoles a su gobierno como respuesta a las inusuales protestas en la importante ciudad de Almaty y en una región rica en hidrocarburos por el encarecimiento del gas en este país de Asia Central.
Una orden publicada en la web presidencial señaló que Kassym Jomart Tokayev había aceptado la renuncia del gabinete del primer ministro Askar Mamin. Hasta la formación de uno nuevo, el viceprimer ministro Alikhan Smailov dirigirá el gobierno interinamente, precisó.
La decisión se produce después de protestas en esta antigua república soviética que llevaron al presidente Tokayev a decretar de madrugada el estado de emergencia durante dos semanas en Almaty (sureste) y en la región de Mangystau (oeste).
En esa ciudad, capital económica del país, la policía había empleado granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar el martes por la noche a miles de manifestantes que lanzaban consignas antigubernamentales por el encarecimiento de la energía.
El estado de emergencia decretado por Tokayev entró en vigor el miércoles hasta el 19 de enero e implicará la imposición de un toque de queda en ambos territorios de las 23h00 a las 7h00.
Previamente, el presidente se había dirigido a la población en un video colgado en redes sociales para pedir “prudencia” y “no ceder a las provocaciones”.
Los servicios de mensajería de WhatsApp, Telegram y Signal no funcionaban por la noche en Kazajistán, un país de 19 millones de habitantes en el que este tipo de concentraciones son poco frecuentes.
El movimiento contra el alza de precios del gas empezó el fin de semana en la localidad de Zhanaozen, en el corazón de la región occidental de Mangystau.
La ciudad ha sido en el pasado el escenario de los disturbios más mortíferos del país desde su independencia de la Unión Soviética en 1991.
En 2011, al menos 14 trabajadores de una planta petrolera murieron cuando la policía reprimió una protesta para pedir una mejora de las condiciones laborales y salariales.
El movimiento actual se extendió a la gran ciudad regional de Aktau, en la orilla del Mar Caspio, donde imágenes difundidas en redes sociales mostraban a la policía rodeando a los manifestantes la noche del lunes.
El presidente tuiteó el martes que las autoridades habían decidido reducir de 120 a 50 tengues (0,11 dólares) el precio del litro de LPG en Mangystau para “asegurar la estabilidad del país”, aunque eso no apaciguó las protestas.
También se reportaron pequeñas marchas y detenciones en la capital Nur-Sultán (antes Astaná), llamada así en honor al expresidente Nursultán Nazarbáyev, que dirigió el país desde su independencia soviética hasta 2019, cuando designó a Tokayev como sucesor.
Nazarbáyev, de 81 años, mantiene un fuerte control del país como presidente del consejo de seguridad y “Líder de la Nación”, un rol constitucional que le garantiza privilegios políticos e inmunidad ante la justicia.
Las protestas espontáneas y no autorizadas son ilegales en Kazajistán a pesar de una ley aprobada el año anterior para suavizar algunas restricciones en la libertad de reunión.
AFP