Putin pide control más estricto sobre funcionarios de prisiones tras varios casos de tortura

Putin pide control más estricto sobre funcionarios de prisiones tras varios casos de tortura

EFE/EPA/ALEXEI NIKOLSKY / SPUTNIK / KREMLIN POOL

 

 

 

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, consideró hoy necesario un control más estricto del cumplimiento de la ley por parte del sistema penitenciario federal, después de salir a la luz en 2021 varios casos de torturas de las que han sido víctimas presos a manos de funcionarios de prisiones en el país.

“Es necesario reforzar la supervisión sobre el cumplimiento de la ley en las instituciones penitenciarias”, señaló en un breve discurso con motivo del 300 aniversario de la creación de la Oficina de la Fiscalía General de Rusia.

En opinión de Putin este trabajo debe efectuarse “en colaboración con otras estructuras estatales, organizaciones civiles y de derechos humanos”.

A su vez, un Comité de la Duma (Cámara Baja) ha propuesto evaluar este mes una ley que castigaría con hasta 12 años de prisión los delitos de tortura por parte de funcionarios para extraer testimonios o confesiones o intimidar a una persona, según informó la agencia Interfax.

El año pasado Putin destituyó al director del Servicio Federal Penitenciario (FSIN en sus siglas en ruso), Alexandr Kaláshnikov, debido a la resonancia que han tenido los vídeos publicados por Vladímir Osechkin, el exiliado director de Gulagu.net, organización que denuncia los abusos en los servicios penitenciarios.

El portal Gulagu.net provocó el escándalo al publicar en su web vídeos y fotos de torturas, violaciones y toda clase de vejaciones grabadas en dicho hospital (OTB-1).

Osechkin, exiliado en Francia desde 2015, sostiene que Putin no puede negar su responsabilidad por las torturas y abusos en la prisiones rusas, pues fue su “decisión política” ceder el control sobre el sistema penitenciario al Servicio Federal de Seguridad (FSB).

La Fiscalía rusa ha incoado doce casos penales solo por las torturas y violaciones a presos en un hospital penitenciario de la región de Sarátov.

EFE

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