Las tensiones entre la OTAN y Estados Unidos con Rusia han crecido en los últimos meses, impulsadas sobre todo por la situación de guerra en Ucrania y la posibilidad de una invasión rusa del país vecino. Vladimir Putin y sus generales han recordado recientemente que los misiles hipersónicos rusos “están en modo de combate” y han advertido a sus rivales que “si continúa la línea agresiva de los colegas occidentales, adoptaremos las medidas de represalia técnico-militares adecuadas”.
Por La Razón
En su discurso ante la Asamblea Federal rusa en marzo de 2018, el presidente Putin desveló la existencia de cinco grandes programas de armamento con capacidad nuclear, las “súper armas”, algunas de las cuales entrarán en servicio a lo largo de este año, como el misil hipersónico Tsirkon. A continuación, analizamos los rasgos y el calendario de cada una de estas armas consideradas estratégicas.
Sarmat
Es el primer misil balístico intercontinental ruso completamente nuevo en décadas. El RS-28 Sarmat entrará en servicio a lo largo de este año almacenado en la 62.ª División de Misiles con base en Uzhur (en la región de Krasnoyarsk), donde se han construido instalaciones específicas para albergar este nuevo proyectil. Los medios estatales rusos dicen que es capaz de destruir un área del tamaño de Texas o Francia. El Sarmat, que se caracteriza por su gran tamaño, reemplazará al misil RS-36M Voevoda de la era soviética y puede transportar una gran variedad de cargas útiles diferentes y hasta diez toneladas de armas nucleares. La diferencia sustancial entre el Sarmat y los misiles que le anteceden es un alcance increíble de hasta 18 000 kilómetros y su capacidad para atacar a través de una órbita fraccionada mientras se acerca a sus objetivos. Este hecho permite que se acerque a territorio estadounidense a través del Polo Sur esquivando los sistemas de defensa y detección de misiles americanos.
Avangard
El sistema de misiles Avangard que funciona como un arma hipersónica (es capaz de viajar a Mach 27) entró en servicio a finales de 2019 y está diseñado para eliminar las defensas de misiles balísticos de EEUU antes de un ataque nuclear. A diferencia de los misiles balísticos intercontinentales tradicionales, que impulsan sus ojivas nucleares hacia la órbita terrestre baja y luego las envían hacia sus objetivos, Avangard emplea el impulsor ICBM para alcanzar una altitud de tan solo 100 kilómetros para después descender hacia su objetivo 33.000 kilómetros por hora. El Avangard nunca llega al espacio, lo que le permite evitar las defensas de misiles balísticos de Estados Unidos al quedar por debajo de su rango de ataque y maniobrar en la atmósfera. ¿El resultado? Rusia podría destruir rápidamente los interceptores de EEUU en las bases de Fort Greely, Alaska, y en la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, en California. El Avangard lleva una ojiva nuclear clasificada en “más de 2 megatones equivalentes a TNT”, según Popular Mechanics, el equivalente a 2.000 kilotones de explosivos TNT. La bomba atómica lanzada sobre Hiroshima en 1945 era de solo 16 kilotones.
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