Cirugías postergadas, centros médicos cerrados temporalmente a nuevos pacientes, tratamientos vitales aplazados…
Por BBC Mundo
El sistema de salud de Estados Unidos vive una de sus mayores crisis en una década y no solo por el aumento galopante de casos de covid-19: gran parte de los hospitales del país se están quedando sin reservas de sangre.
La situación es tan complicada que la segunda semana de enero la Cruz Roja Americana, que aporta el 40% de los hemoderivados que utilizan los centros médicos estadounidenses, declaró por primera vez en la historia del país una “crisis nacional” por falta de sangre.
En un comunicado junto a los Centros de Sangre de Estados Unidos y la Asociación para el Avance de la Sangre y las Bioterapias, la organización humanitaria aseguró que algunos hospitales solo cuentan con un suministro de ciertos tipos de sangrepara menos de un día, lo que constituye “un nivel peligrosamente bajo”.
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