El sector turístico del estado Táchira es uno de los más azotados, tanto por la crisis económica como por la pandemia, pero a pesar de las dificultades, los prestadores de servicios turísticos en el Parque Nacional Chorro del Indio luchan contra la marea para mantenerse a flote.
Anggy Polanco // Corresponsalía La Patilla
Así lo resume Katherine Gómez, representante del Refugio de los Vientos, un proyecto turístico familiar con 12 años de existencia, situado a 13 kilómetros de San Cristóbal, un paraíso natural con una estructura envejecida y acogedora, que presta el servicio de restaurante de comida criolla los fines de semanas, además de pequeñas cabañas acogedoras. Esto es un ejemplo de resiliencia para el sector turístico de la zona.
En el Refugio de los Vientos, los mismos propietarios han puesto en funcionamiento el lugar, por lo que tuvieron que prescindir de trabajadores extras, lo que en cierto modo les permite brindar un servicio más personalizado y exitoso.
Aunque Gómez recuerda que hubo un momento en que tuvo que habilitar dos salones, uno con capacidad para 80 personas y otro con capacidad para 50 personas para atender a todos los visitantes, y requerían, al menos, 8 personas para atender a la cantidad de turistas.
“Después de la pandemia han surgido nuevas ideas. Hemos hecho cosas para criar cochinos y poder ofrecer el servicio de costilla de cerdo de chuletón, gracias a que la zona permite la crianza“, relató Katherine Gómez.
Sin embargo, a pesar de todas las maravillas naturales que dentro del Chorro del Indio pueden ofrecer, los prestadores del servicio turístico se enfrentan a un pésimo estado de la vialidad a lo largo de toda la ruta, lo que representa la mayor debilidad en la actualidad.
“Lo ideal sería que las carreteras estuvieran en óptimas condiciones, pero no se ha podido lograr eso“, lamentó la prestadora del servicio, pero todo lo feo del trayecto, no opaca la belleza del lugar.
Héctor Ramírez, propietario del emblemático sitio Trucha del Indio, situado en medio de nacientes y montañas en el parque nacional, rememoró los tiempos de crecimiento y expansión que tuvo antes del año 2015, cuando atraía visitantes colombianos ofreciendo paquetes turísticos, por medio del cual las personas viajaban a los estados Táchira, Apure y Amazonas.
Ahora el sitio de recreación que ofrece la especialidad en pescados y cabañas, solo opera mediante previa reservación de los turistas, debido a que en la ruta turística del Chorro del Indio hay prolongadas fallas eléctricas y temen perder los alimentos.
“Uno de los servicios que más se requieren para el turismo, es el gas. Para conseguir una bombona de gas hay que pagar sobreprecio, lo que afecta a los usuarios“, expresó Ramírez.
Héctor Ramírez, incluso tuvo que cambiar las duchas eléctricas de la posada a duchas a gas, pero ahora tampoco hay gas.