Gustavo Petro, fuerte candidato a la presidencia de Colombia, reconocido ex guerrillero izquierdista, califica a nuestro Golem gobernante como “una persona que está dentro de las dirigencias de la política de la muerte…que no ha sido capaz de desligar a Venezuela del petróleo”. Pedro Castillo, Presidente de Perú, representante de la extrema izquierda de su país, ha calificado al régimen venezolano como “un pésimo ejemplo a seguir.” A la pregunta de si reconocía a Maduro o a Guaidó como Presidente de Venezuela, respondió “Eso hay que preguntárselo a los venezolanos…”
El presidente Alberto Fernández, de la facción kirchnerista que fuese incondicional asociada de Chávez, en su maleable estilo se limita a opinar ”siempre he dicho que Venezuela tiene un régimen autoritario que se hace muy difícil defenderlo”
Para Gustavo Boric, el nuevo presidente izquierdista de Chile, el régimen venezolano “es una experiencia fracasada”. Su Canciller designada, Antonia Urrejola, ex directora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha sido tenaz denunciante de los abusos del castromadurismo. Ante lo cual, el camorrista teniente que esgrime el mazo ha reaccionado rabioso: “¡en Chile todavía gobierna Pinochet!”. La frustración le hace invertir los términos: en el gabinete chileno solo hay civiles, destacándose 14 damas, una de ellas Ministro de la Defensa. En el castromadurismo los milicos ocupan las posiciones de los civiles. Otra razón importante de tanto desaire.