Sobre las 6:26 de la mañana, un estruendo, acompañado de lodo, árboles y piedras le robó la tranquilidad a los habitantes de los barrios La Esneda, en Dosquebradas, y de los habitantes ubicados sobre la Avenida del Río, en Pereira. Hasta el momento, ese deslizamiento ha cobrado la vida de 14 personas y hay 30 más que están heridos, algunos de gravedad.
Por El Tiempo
Familias, viviendas y negocios quedaron destruidos y sepultados en medio de los escombros. Los relatos que se escuchan en medio de la correría de los organismos de socorro y de la comunidad que ayuda a buscar sobrevivientes o víctimas mortales son estremecedoras.
Las intensas lluvias comenzaron a las 5:00 de la tarde de este lunes y se extendieron por más de 12 horas. Lo único que hizo que su sonido quedara en segundo plano fue el estruendo de las rocas que daban con el piso y las paredes de las casas del sector, así lo narro María Camila Restrepo, vecina del sector.
“Cuando menos pensamos la casa empezó a temblar y sentimos los estartazos de las rocas, salimos a ver qué pasaba, pero no esperábamos una cosa de estas. Cuando vimos estaba el río desbordado, casas inundadas, otras en el piso. La gente empezó a gritar a pedir ayuda y alcanzamos a ver cómo eso se vino y tapó otras casas”, narró Restrepo a El Tiempo.
En frente, sepultados, quedaron los vecinos de toda su vida. “Ahí había una tienda y panadería, detrás estaba el dueño de todo ese lote que tenía una huerta, también perros, gatos y piscos. También, una familia muy unida que perdió al abuelo, quien justamente hoy estaba cumpliendo 80 años”, agregó la mujer.
“En esa zona vivían tres tíos, primos y sobrinos. Mi sobrina se salvó porque estaba despierta, pero la niña (su hija) murió, pues la pared de la casa cayó cuando estaba todavía en la cama. Eso es muy duro que uno tenga que ver a la familia así”, dijo una de las vecinas del lugar.
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