En enero de 2009, fue asesinado a tiros el mafioso colombiano Leonidas Vargas en su habitación de un hospital de Madrid. El hombre compartía habitación con otro paciente que presenció los hechos, pero fue amenazado por el sicario. Una enfermera que había escuchado ruidos fue quien dio encontró el cuerpo sin vida.
Por El Tiempo
Leonidas Vargas, conocido con el alias de ‘José Antonio Cortés Vaquero’ y ‘el Viejo’, nació el 13 de mayo de 1949 en Belén de los Andaquíes, Caquetá. En 1986 fue secuestrado por las Farc y recuperó su libertad luego de un pago de 20 millones de pesos y radios de alta frecuencia.
El hombre acordó proveerles de armamento, así como información para ejecutar secuestros a los guerrilleros. El producto de los actos delictivos se dividía en partes iguales, según información de las autoridades colombianas.
Lo que se conoce es que en 1987, Vargas le entregó a la guerrilla 11 fusiles FAL de dotación de la guardia venezolana y munición para los mismos. Estos elementos fueron transportados en una avioneta hasta una pista en Solina, Caquetá, lugar al que llegó el Ejército y abatió a tres guerrilleros.
Cuando pisó sus treinta años, dejó de ser un carnicero y se convirtió en el ‘rey de Caquetá’. Su patrimonio aumentó de la noche a la mañana. La razón: el narcotráfico. Todo fue bajo la sombra de Gonzalo Rodríguez Gacha, ‘El Mexicano’.
Al parecer se habían conocido durante una feria ganadera y equina en Girardot. Como otros capos de la época, Vargas construyó en Florencia, Caquetá, una especie de plaza de toros de Las Ventas de Madrid.
Cuando Gacha fue abatido en diciembre de 1989, Vargas heredó su poder como narcotraficante.
EXPEDIENTES
EL TIEMPO registró en su momento los expedientes que se tenían sobre Vargas. El primer informe es de marzo de 1984, cuando se incautaron 3.760 kilos de clorhidrato de cocaína en una operación policial y se destruyó un complejo coquero en Caquetá.
La autoridades registraron que en 1988 el narcotraficante realizó una serie de convenios y pactos con el Bloque Sur para que le ayudaran a cuidar y proteger sus laboratorios de cocaína en Cartagena del Chairá, Caquetá.
Pero, el acuerdo no duró mucho porque Vargas había creado centros de adiestramiento de paramilitares en Río Azul, Putumayo, lo que despertó la furia de la guerrilla. El acuerdo no continuó y se asaltaron los laboratorios y asesinaron a 40 hombres de la organización de ‘El viejo’.
Se dice que para que Vargas pudiera recuperar lo perdido, les tuvo que pagar a los guerrilleros dos mil millones de pesos.
El 6 de enero de 1993, la Policía colombiana lo capturó en un casino de Cartagena. Sin penas, el hombre reconoció ser el jefe del Cartel de Caquetá. Seis años después, el 26 de mayo de 1999, fue sentenciado por un juez por narcotráfico y enriquecimiento ilícito.
Pagó prisión en la cárcel de Itagüí, Antioquia hasta el 12 de octubre de 2001. En mayo del 2004, en la Fiscalía fue hurtado parte del expediente penal en su contra: se trataba de un caso por un cargamento de 391 kilos de cocaína decomisado por la Policía de Honduras. A finales de ese año, el fiscal encargado lo archivó.
En octubre de 2004, sin embargo, la Fiscalía emitió otra orden de captura contra Vargas por el secuestro de los abogados Isaura Portela Gurzmán y José Moisés Barrero Martínez, quienes habían denunciado en 1995 amenazas. Los juristas desaparecieron en marzo de ese año y sus bienes aparecieron a nombre de terceros vinculados al Cartel de Caquetá.
Dos años después, el 8 de julio de 2006, Vargas fue detenido en un hotel de Madrid por agentes encubiertos de la Guardia Civil española. Tenía un pasaporte venezolano falso. Cumplió condenas de prisión en Colombia y estaba en libertad bajo fianza a la espera de un juicio.
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