Andrés Vásquez, exasesor de Piedad Córdoba , les dijo a las autoridades colombianas que hubo un punto de quiebre en la vida de la exsenadora que la llevó de las labores humanitarias con los secuestrados al lobby empresarial, aprovechando sus grandes contactos con el gobierno venezolano. Entre ellos, Diosdado Cabello, el hombre fuerte de Hugo Chávez y hoy la mano derecha de Nicolás Maduro.
Por Johanna Álvarez Quintero / noticias.caracoltv.com
“Me acuerdo una reunión con Diosdado Cabello y Diosdado Cabello le dijo: ‘nosotros no es que robemos, nosotros no es que nos quedemos con la plata, es que el día que la oposición llega al poder, nosotros necesitamos esa plata para hacer campaña, hacer la oposición y tú necesitas enriquecerte’”, aseguró Vásquez.
Para los años 2008 y 2009, los empresarios colombianos entraron en una profunda crisis porque el gobierno venezolano les debía millones de dólares. Allí, según Vásquez, Piedad Córdoba habría hecho una especie de lista para favorecer a sus aliados y frenar pagos a empresarios uribistas. La información de esos empresarios habría sido entregada por ella a integrantes del servicio bolivariano de inteligencia, SEBÍN.
“Piedad se convierte en un agente del gobierno de Venezuela cuando le solicitan hacer un análisis de los empresarios que eran afines al gobierno de Uribe, que eran afines al proyecto paramilitar y a quienes no se les debía pagar y a quienes sí. Ahí es cuando Piedad toma la relevancia. Incluso, hay un correo al director del SEBÍN en donde le dice: ‘ustedes están castigando a los empresarios que son afines al proyecto chavista y a mis empresarios. Ustedes tienen que castigar es a los uribistas, a los que son afines al proyecto paramilitar’”, aseguró.
Entre esa cantidad de empresarios que buscaban a Piedad Córdoba hubo dos que sobresalieron porque según Vásquez terminaron financiando su actividad política a cambio de sus gestiones ante el gobierno venezolano. El primero de ellos es Carlos Balilla Battistini, un constructor y empresario de medios colombo venezolano que la buscó para evitar que le expropiaran sus propiedades en Venezuela.
“Carlos Battistini dijo: ‘te voy a apoyar a la presidencia, tú eres la candidata, lo que tú quieras, y Carlos le ofreció tiquetes aéreos y todo eso (…) El señor Carlos Battistini abrió una empresa que se llama, se llamó Led Media Colombia y a través de Led Media Colombia, él enviaba los dineros que fueron a pagar la campaña de Piedad, iniciar la campaña de Piedad en Colombia en el 2009, para apoderarse del Partido Liberal (…). A través de Led Media iban a canalizar un millón de dólares para el pago de esa campaña”, indicó.
En Colombia se reactivó hace poco en la Fiscalía una investigación por estos supuestos pagos de Balilla Batistini, la cual está soportada en interceptaciones de chats y correos electrónicos de Piedad Córdoba y su círculo cercano. Lo que el exasesor de Córdoba viene a contar es cómo llegó ese dinero a Colombia y pone en duda que todo fue invertido en la campaña.
“Ella quería ser presidente y la única forma era tomarse el Partido Liberal. Nos dice: pase un presupuesto, pongan líderes en todas las campañas, ponga líderes aquí, aquí, acá y los correos son súper claros en eso. Esto es una locura, Piedad quiere que esto cueste un millón de dólares, es imposible que todo este andamiaje que estamos montando, incluso poniendo sobrecostos, cueste un millón de dólares. Y la respuesta de Piedad es lo importante es que Carlos (Batistini) vea que cuesta un millón de dólares”, dijo el exasesor.
El otro empresario mencionado por el exasesor de Piedad Córdoba es nada más y nada menos que Alex Saab. Este barranquillero fue extraditado a Estados Unidos, acusado de ser el principal lavador del régimen Nicolás Maduro a través de programas sociales en Venezuela. Según su antiguo colaborador, Córdoba fue quien contactó a Saab con la cúpula del régimen venezolano en el año 2010 después de su destitución.
“Piedad le presenta a Alex Saab tanto a Nicolás (Maduro) como a Tarek el Aissami. Yo estuve en esa reunión con Tarek. En esa reunión, Piedad se reúne con el director del SEBÍN, el Servicio de Inteligencia de Venezuela, en donde compartió varias cosas”, dijo.
Según el exasesor de Piedad Córdoba, Saab necesitaba recuperar 30 millones de dólares que le reclamaba al gobierno de Venezuela y contó con la ayuda de Piedad Córdoba para ello.
“A Piedad le iban a pagar el 10 por ciento de comisión. Es hasta ahí el cómo fue el procedimiento de ese primer lote de 30 millones de dólares que fueron diligenciados por todos los sectores del gobierno venezolano. Yo creo que todo ministerio recibió ese listado de Alex que debía haberse aprobado, pasó incluso por el servicio de inteligencia para que el servicio inteligencia se lo mandara a Chávez y, en diciembre primero del 2010, ese listado es aprobado. El listado de Alex lo aprueban, pero lo aprueban con notas”, señaló.
Uno de los señalamientos más delicados de Vásquez es que ella y uno de sus hijos -Camilo Castro Córdoba- sabían que la mitad de esos 30 millones de dólares habrían sido producto de importaciones ficticias por parte de Alex Saab.
“Más o menos de los 29 millones de dólares, había unos 16 millones de dólares que correspondían a importaciones ficticias, uso ilegal de divisas o manipulación de divisas. Incluso, en el correo en que yo le informo eso a Piedad le digo que aquí hay un problema, un problema porque estamos sacando el dinero de alguien que está teniendo en realidad una importación ficticia o algo y es cuando Piedad me dice: hermano, usted es muy flojo, dele todo eso a Camilo (Castro Córdoba)”, indicó.
El pago de la primera comisión fue denunciado por el periodista Gerardo Reyes en su libro, ‘Alex Saab’. Allí publicó, entre otras cosas, cómo Piedad Córdoba habría recibido 350.000 dólares en Bogotá.
“En la primera transacción ella pide que 100.000 o 150.000 dólares se los entreguen en efectivo en su apartamento en Bogotá. La segunda instrucción que da Piedad de entregar 200.000 dólares o 250.000 dólares en su apartamento y el empresario dice: mire, olvídense, nosotros con mucho gusto le pagamos la comisión a Piedad pero manejar esa cantidad de dinero o en Venezuela o en Colombia en efectivo es un suicidio”, aseveró.
Según Vásquez, para solucionar el problema intervino Saab: “Piedad le dice: necesito el favor de que nos hagas llegar este dinero. Alex envía la dirección de una empresa en Colombia que se llama Maquila. Y Alex Saab se lo hizo llegar a Piedad”.
El exasesor relata que Piedad Córdoba se preocupó porque no tiene la estructura financiera para recibir las enormes cantidades de dinero que vendrían después por otros pagos de comisiones. “Es ahí cuando Juan Luis, en ese entonces senador, Camilo y ella y el contador dicen: tenemos que crear una empresa en Panamá. Juan Luis dice: mi esposa se llama Paula Palma y la sociedad se va a llamar PalPalma Investment S.A.”, aseguró Vásquez.
Noticias Caracol buscó en los registros de sociedades en Panamá y efectivamente la empresa a la que se refiere el exasesor de Piedad Córdoba fue creada en mayo de 2011 y fue suspendida en julio de 2021, justo cuando Alex Saab estaba en trámite de extradición a Estados Unidos. Como presidente, director y secretario aparece el hijo de la exsenadora Camilo Castro.
Vásquez recordó que la última comunicación directa que tuvo con Alex Saab y -de la cual estuvo enterada Piedad Córdoba- tenía relación con el proyecto de construcción de viviendas de interés social por el que hoy Saab está en juicio en Estados Unidos por lavado de activos.
”El último correo que yo recibo de Alex Saab y que se lo reenvío tanto a Juan Luis (hijo de Piedad Córdoba) como a Piedad, es un correo que me envía hacia enero de 2011 en el que Alex presenta un proyecto para hacer casas prefabricadas en Venezuela. Y la siguiente vez que volvemos a ver a Alex Saab es firmando un contrato por 150 millones de dólares para la fabricación de esas mismas casas”, indicó.
Después de 6 años de trabajar al lado de Piedad Córdoba, cuatro de ellos en Venezuela, Vásquez decidió apartarse de la exsenadora: “Ella se molestó mucho y como en todo grupo político de esta naturaleza la principal acusación es la deslealtad. Es desleal, es un desleal, y ahí yo dije no quiero nada con Piedad. La situación fue muy grave, a mí las FARC me amenazaron estando en Venezuela. Un día me dicen que aquí el que hable o que diga cualquier cosa, usted sabe que amaneció muerto”.
La excongresista y hoy aspirante al Senado ha negado cualquier relación con el empresario Alex Saab. Sin embargo, la declaración de Andrés Vásquez la pondrá a dar explicaciones sobre gestiones, pagos y correos relacionados al empresario, hoy en juicio en Estados Unidos.