El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó este martes en Estrasburgo que su país “salió reforzado” del proceso de reforma del cuerpo policial que emprendió tras las protestas del año pasado y mantuvo que se tendrá “tolerancia cero” con los abusos de “miembros individuales” de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes.
Desde esta ciudad francesa, donde habló ante el Parlamento Europeo, Duque hizo un balance, en una entrevista concedida a Efe, de su mandato presidencial, que finalizará el 7 de agosto, y de las relaciones entre Colombia y el bloque comunitario.
PREGUNTA. ¿Qué balance hace de este viaje a Europa?
RESPUESTA. Con Europa tenemos nuestra relación en el punto más alto en comercio, inversión, cooperación ambiental, apoyo a la construcción de paz con legalidad en el territorio y también apoyo a la población migrante. Colombia va a ser la sede regional del Banco Europeo de Inversiones. Eso también significa Colombia como ‘hub’ para llevar el financiamiento a proyectos estratégicos que acompañen las intervenciones de empresas europeas en toda nuestra región.
P. China se ha colocado por delante de la Unión Europea en cuanto a flujos comerciales con Colombia. ¿Cree que el acuerdo multipartidismo con la Unión Europea está funcionando?
R. Yo creo que sí. La relación comercial con Europa ha ido creciendo. Lo más importante es que las mayores fuentes de inversión extranjera directa en nuestro país son las empresas europeas, que están agregando valor y generando empleo. Esperamos seguir ganando cada vez más acceso para nuestros productos al mercado europeo y seguir sacándole más provecho a lo que yo considero un exitoso Tratado de Libre Comercio.
P. ¿Echa de menos esa cumbre tan esperada entre los líderes latinoamericanos y los europeos?
R. Es necesario retomar esa conversación. No se hace desde casi 10 años y obviamente en este momento es una muy buena oportunidad, porque estamos hablando de cómo vamos a salir de las afectaciones pandémicas, cómo vamos a consolidar más comercio y cómo vamos a enfrentar amenazas también a la democracia y a la economía de mercado. Además, es propicio para también hacerle un llamado a Europa a participar en la capitalización del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Corporación Andina de Fomento y activar con el BEI en América Latina el financiamiento de proyectos estratégicos.
P.¿Cuál ha sido un mayor reto: la pandemia o las protestas?
R. La pandemia no nos distrajo en nuestra agenda y las protestas pacíficas no son un problema, hay que saberlas decantar. Fue quizás enfrentar los bloqueos que pretendían asfixiar el aparato productivo de nuestro país y sabotear la reactivación. Se logró sortear porque todo el pueblo colombiano entendió que estaba en juego la legalidad y la institucionalidad. Y lo hicimos en estricto apego a la Constitución y la ley.
P. En retrospectiva, ¿cree que hubo excesos de las fuerzas de seguridad?
R. En Colombia toda la acción de la fuerza pública siempre se basa en la Constitución y la ley, y por eso nosotros hemos dicho cero tolerancia contra cualquier abuso de algún miembro individual de la fuerza pública para que sea investigado y sancionado. Se han hecho investigaciones y fue una oportunidad para hacer una de las reformas más importantes a la policía en su historia, un nuevo código disciplinario que nos permite buscar cada vez más la excelencia y ser más drásticos en las sanciones ante cualquier irregularidad, un nuevo estatuto de remuneración y un cambio en el mensaje institucional que va desde el uniforme a las prácticas, donde se hace más visible y más abierto al escrutinio ciudadano la conducta de los miembros de la fuerza pública. Creo que Colombia también salió fortalecida de ese proceso.
P. Los últimos datos de organizaciones sociales hablan de 23 líderes sociales asesinados en lo que va de año. ¿Colombia es uno de los países más peligrosos para ser activista o líder social?
R. Colombia ha logrado tener el mayor presupuesto de su historia para la protección de líderes y personas en proceso de reincorporación. La causa de estos asesinatos es el narcotráfico miserable y terrorista que pretende arrebatar la vida a quienes le dicen a la comunidad que se salgan de su influencia. Nosotros estamos golpeando a los asesinos de líderes sociales porque son enemigos de la sociedad colombiana. Colombia ha logrado tener la menor tasa de homicidios que se haya visto en los últimos 40 años. Y esa es la demostración de que la paz con legalidad está en marcha.
P. ¿Cómo ha cambiado su punto de vista sobre estos acuerdos de paz?
R. Yo diría no ha cambiado nada en mi pensamiento. Este gobierno ha sacado adelante una política que nos permite decirle al mundo que aquí los resultados se alcanzan porque hay políticas de Estado. La firma de un acuerdo es la boda. La implementación es el matrimonio. Es el trabajo duro de todos los días. En esa labor Colombia ya lleva más de cinco años y muestra que el haber definido una política con recursos, bien planeada y abierta al escrutinio internacional está dando resultados.
P. ¿Qué consejo le daría a su sucesor en la presidencia de Colombia?
R. Más que consejos, gobernar a Colombia requiere equilibrio, ecuanimidad y saber siempre estar ubicado en el extremo centro. Ningún extremismo es buen consejero.
P. ¿Y respecto a los asesinatos de los líderes sociales? Están en aumento. Este es un problema que va a tener que afrontar su sucesor.
R. El Estado colombiano no puede caer doblegado a la pretensión de los violentos, que es creer que con violencia sientan al Estado en una mesa de negociación. El Estado solamente debe considerar un espacio de diálogo con la liberación de todos los secuestrados y la suspensión de las actividades criminales. Cualquier concesión al criminal, permitiéndole seguir cometiendo fechorías, es doblegar el Estado de derecho ante la presión de los violentos. EFE