Un solicitante de asilo de Camerún acusó a los guardacostas griegos de haber arrojado al mar a dos hombres que murieron ahogados en las costas de la isla de Samos, en el mar Egeo, el pasado septiembre, informaron medios europeos este jueves.
Este hombre, un exmiembro de la marina camerunesa presentado como Ibrahim, explicó que los guardacostas griegos les golpearon antes de “tirarlos al mar”, sin chalecos salvavidas ni embarcación de emergencia, según informaciones publicadas por el medio alemán Der Spiegel, el francés Mediapart, el británico The Guardian y la organización periodística Lighthouse Reports, con sede en Países Bajos.
Los cuerpos de las dos víctimas, el marfileño Sidy Keita y el camerunés Didier Martial Kouamou Nana, fueron encontrados por los guardacostas turcos el 18 y 20 de septiembre.
Ibrahim, que desde entonces presentó una solicitud de asilo en Grecia, logró llegar a nado a las costas turcas situadas frente a Samos, según estas fuentes.
El 14 de septiembre embarcó en las costas griegas junto a otras personas a bordo de una lancha hinchable, en dirección a esta isla griega.
Cuando llegaron a Samos, los guardacostas griegos fueron muy violentos con varios de los migrantes, les robaron sus teléfonos y su dinero, según varios testimonios recogidos por estos medios. Otros tripulantes de la lancha detallaron también registros muy violentos en sus genitales.
Los tres hombres, los dos fallecidos e Ibrahim, fueron obligados a montarse en una embarcación y arrojados al mar.
Los guardacostas griegos negaron estas informaciones a estos medios europeos.
Según Der Spiegel, hay abogados griegos que preparan una denuncia y abogados turcos también presentaron un recurso al respecto ante el Tribunal europeo de derechos humanos.
Diversas ONGs acusan regularmente a Grecia de maltratar a los migrantes y de llevar a cabo expulsiones ilegales en su frontera, algo que las autoridades niegan.
A principios de febrero, 19 migrantes fueron descubiertos muertos debido al frío cerca de la frontera griega y las autoridades turcas culparon de este drama a los guardias fronterizos del país vecino, acusaciones que fueron negadas por el gobierno en Atenas.
AFP.